CAPÍTULO 30

126 8 9
                                    

(Capítulo dedicado a MarAhislaKaiser)

El camino al bosque fue la parte fácil, rastrea al Sith ese era el trabajo difícil, con el tiempo en contra debía darse prisa.

Chopper va a unos pasos adelante quejándose de la situación, soltando pitidos de claro disgusto. Ezra y Sabine va codo a codo, alertas, sin bajar la guardia y con sus armas listas.

La luz que ilumina el bosque comenzaba a disminuir, y pocos rayos se filtran por las copas de los árboles.

—Ya casi es mediodía, –Sabine comienza para llamar la atención del muchacho a su lado– ¿cuál es el plan? Porque casi es mediodía y el clima comienza a bajar. Escuché que posiblemente llueva hoy.

—Bueno, estoy seguro de que vendrá a obtener la revancha. Así que preparé algunas redes. Pero un plan ya formado... no.

—Como siempre. Chico, ya debes saber que los planes son importantes, ¿Kanan no te enseñó nada?

—No sé si eso funcione aquí. Algo del Sith me dice que no caerá con trampas y planes. Pensaba improvisar. De todas formas va a seguirme donde sea que vayamos.

—Tú seguramente harás que nos maten –afirmó ella.

El droide afirmó con pitidos burlescos. Diciendo que aunque a ellos los despedacen, a él lo podrían reconstruir.

—Ja, ¿quién querría armarte de nuevo? Pedazo de basura oxidada –contestó Ezra con desdén.

—No perdamos de vista el punto –señaló la mandaloriana–. Veamos, hay que elegir una zona que sea lejos de la ciudad y aún así poder escondernos.

Chopper les muestra un holo-mapa de la región. Ambos chicos señalan dos puntos diferentes y se miran.

—¿Estás loco? Llegar a la montaña tomará horas. Imposible. Aunque lo deshabilitemos, la lluvia nos va a hacer perdernos o hará que la tierra blanda de las montañas nos caiga encima.

—Pues es mejor que en la pradera, sin nada para ocultarnos, no podremos tomarlo desprevenido.

—Pero tu pie no está del todo curado, ¿qué pasa si te...? –Es interrumpida por el varón.

—Espera, ¿elegiste ese camino por mi pie? –Aunque sorprendido, estaba seriamente halagado. Incluso su pecho latió fuerte un momento.

—Bueno, de eso se tratan los equipos, ¿verdad? Tenemos que ayudarnos –giró la cara en un movimiento altanero que cubriría su rubor.

   Aunque el chico miró esto con gracia, en el fondo sintió ternura debido al acto de la chica. Agradecía que ella pudiera empatizar con él, así que en lugar de hacer un comentario sarcástico o gracioso, sonrió con dulzura y siguió mirando el mapa. Algo que la chica notó impresionada, sabiendo lo mucho que le gusta hablar al chico.
     Eso le pareció lindo a ella, por lo que avergonzada acomodó un mechón de pelo tras su oreja.

—Bueno, entonces tomemos ese camino, creo que una o dos minas pueden hacerlo distraerse un poco. Si entramos por este lado, seguro él nos seguirá, así que... –procedió a explicar un nuevo plan, señalaba los puntos clave y cuando ya estaba todo acordado, finalizó– en marcha, lo tendremos cerca en media hora.

   Con eso, decidieron seguir el camino acordado.

    Por otro lado, el Sith no estaba contento, caminaba y caminada por el bosque, deseando encontrar rápido a la rata que pudo herirlo hace tan poco tiempo. "¿Dónde estás, mocoso?", "¿Cómo te rompo uno a uno los huesos que tanto guardas dentro del cuerpo". Aunque, sin un brazo, parecía difícil. Porque él solo quería vengarse del niño.

Star Wars Rebels: La nueva historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora