Él y yo éramos tan distintos, como la luz y la oscuridad, como el calor y el frío, pero sobre todo como el bien y el mal. Vine con un propósito, entré a su vida con un objetivo, pero la calidez de su corazón abrigó el mío, su amor hacía que quisiera...
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************T/N CLARKE************
- ¿_____? – preguntó Loki a mis espaldas, volteé a verlo – ¿Qué te hiciste? – preguntó refiriéndose a mi cabello, yo no era capaz de articular ninguna palabra sin que se escapara algún sollozo de mis labios, él entendió así que se acercó a mí y se agachó para abrazarme mientras seguía arrodillada en el piso, me aferré a él, estaba segura de que su ropa y él terminarían ensuciados por mi culpa – ¿Qué pasó? – preguntó con un tono de voz relajante.
- Él se acostó con ella – dije como si fuera la mayor tragedia del mundo, él solo me miró con lastima y volvió a abrazarme fuertemente, sentía que si Loki me soltaba empezaría a caerme en pedazos, no sé cuantos minutos me quedé así con Loki, pero solo quería que me siguiera sosteniendo.
Después de unos minutos, me ayudó a pararme y sin soltarme acomodó todo con su magia, tomó la comida que dejó en la mesa, tomó la correa de Dodger, cerró la galería y me guio a mi apartamento, entramos.
- Ven, vamos a quitar esa pintura de tu cabello – dijo para guiarme hacia el baño, con cuidado me ayudó a sentarme en el piso e hizo que mi cabeza se apoyara en el borde, tomó la ducha de mano para empezar a mojar mi cabello y masajearlo suavemente, de reojo veía como la pintura negra mezclada con el agua se iban por la cañería, en mi mente solo se repetían las palabras de Steve diciéndome que se acostó con ella, con razón no volvió a casa por estar con ella, era tan tonta, mientras él le hacía el amor, yo pensaba en cómo decirle que lo amaba, que no se preocupara por lo que pasó con Loki, que eso jamás cambiaría todo el amor que siento por él, otro sollozo se escapó, de nada sirvió amarlo tanto como lo hacía – ¿te entró shampoo al ojo? – quería reír, pero no tenía ganas, él entendió, entré a mi habitación para cambiarme y envolver mi cabello en una toalla – ¿necesitas algo más? – preguntó cuando volví a salir.
- No, gracias – respondí.
- Entonces te veo mañana – asentí, él estaba por salir.
- Espero, si necesito algo – me acerqué a él – ¿Qué es lo que ella tiene que hace que pierdan la cabeza por ella?
- ¿Me lo preguntas a mí? ¿Por qué?
- Porque tú también perdiste la cabeza por ella, de hecho, aún la pierdes.
- Eso no es así.
- Sí es así, aún te incomoda hablar sobre ella, es obvio que no la superas, Steve tampoco lo hizo – él sonrió.
- ¿Me preguntas esto por él?
- Solo quiero entender por qué, no puedo dejar de sentirme como una tonta, no sé si algo está mal conmigo que termino estando con idiotas que me rompen el corazón.
