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Jungkook desató a Jimin para luego cargarlo y dejarlo sobre el sofá más grande de toda la sala, puso al rubio sobre sus codos y rodillas dándose una gran vista del trasero del contrario y en especial de su entrada a la cual moría por profanar una vez más.

Jimin pensó que esta vez tendría todos sus sentidos disponibles pero cayó en cuenta de que no cuando sus manos volvieron a ser atadas.

—No es justo —protestó con un puchero— yo también quiero tocarte.

—Ni modo bebé, fuiste un chico malo así que ahora te aguantas.

El pelinegro fue hasta donde había dejado tirado su pantalón y sacó un condón para luego ponérselo y colocarse de rodillas atrás de Jimin.

Comenzó dándole una nalgada robándole un gemido y luego con una mano tanteó su entrada por encima de la tela que aún cubría esa parte, aunque más que tela era un hilo.

—No me prepares.

—Te voy a lastimar si no lo hago.

—No importa Kook, ya estoy lo suficientemente lubricado para recibirte.

—¿Seguro? —preguntó poco convencido

—Sí —afirmó con convicción— ¿no me vas a quitar la lencería?

—No, te voy a follar con ella puesta.

Jungkook hizo a un lado la braga y tomando su miembro lo alineó a la entrada de Jimin penetrándolo lentamente para que no le doliera mucho, una vez estuvo totalmente dentro de él se quedó quieto esperando a que el rubio se acostumbre.

Unos segundos pasaron y supo que era hora de moverse cuando el mismo Jimin empezó a buscar contacto con el movimiento de sus caderas.

—Hazme gritar.

Aquella súplica de Jimin hizo que la cordura de Jungkook volara, empezó a embestirlo con rudeza mientras con su mano lo masturbaba proporcionándole el doble de placer.

—Sigues tan apretado nene, siempre tan listo para mi —se agachó un poco y comenzó a dejar besos en todo el largo de la espalda del rubio hasta llegar a su cuello donde chupo en distintas partes dejando morados.

El rubio giró su cabeza y Jungkook aprovechó para besarlo con vehemencia sin parar con las embestidas, se separaron por la falta de aire y el pelinegro pudo observar como Jimin fruncía sus cejas y abría sus labios jadeando de placer, esa era una imagen digna de ser tatuada.

—A-ay... eres tan r-rico y tan grande... Kook —mencionaba el rubio mirando como era penetrado, viendo como el falo de Jungkook entraba y salía una y otra vez de él— me encanta como me follas.

—Y a mi me encanta como tu estrechez me envuelve —cuando sintió el orgasmo llegar aceleró sus embestidas y el movimiento de su mano, mientras Jimin apretaba para durar un poco más hasta que sintió a Jungkook correrse, entonces ahí él también se dejó ir junto a un grito ahogado que indicaba lo mucho que había disfrutado.

Jungkook se puso de pie y le desató las manos a Jimin, una vez suelto este jaló al pelinegro haciendo que se sentara para subirse a horcadas encima de él.

—No dejaste que te tocara —dijo pasando las manos por el torso de su amante— estoy enojado.

—Tu enojo no se notaba hace unos minutos cuando gritabas mi nombre.

El rubio se tapó el rostro con ambas manos ganándose una risa por parte del pelinegro, la actitud de Jimin antes y durante el sexo era una y después de terminar era otra, se ponía más tímido.

—Cállate, no me lo recuerdes.

—¿Te gusta como te follo? —Jungkook continuó molestándolo.

—Ya basta —se quejó y descubrió su rostro mostrando su sonrojo— mejor dime qué haces aquí, ¿no se supone que nos veríamos en dos días?

—Pues ese era el plan, pero tú me enviaste una foto demasiado caliente —explicaba acariciando la cintura de Jimin— así que cambié mi ruta y me vine para acá.

—Oh, lo siento quizás te interrumpí cuando estabas en medio de algo importante.

—De hecho en ese momento acababa de salir de algo importante y digamos que tu foto y el sexo fue una celebración.

Jimin ladeo su cabeza, ahora que lo pensaba no sabía muchas cosas del pelinegro como por ejemplo que era lo que estaba haciendo con exactitud en ese momento u otras cosas más importantes como su familia y amigos, bueno ellos eran solo sexo así que esas cosas no deberían importar ¿no?

—¿Qué piensas? —preguntó Jungkook tras el repentino cambio de Jimin— ¿Dije algo malo?

—No no, solo me distraje —el rubio fingió una sonrisa sin entender porque de repente su corazón dolía— ¿quieres algo de comer? puedo preparar lo que me pidas.

Jungkook moría por quedarse y pasar toda la noche con el rubio quizás comiendo y viendo alguna película para luego quedarse dormidos entre los brazos del contrario pero no podía, tenía responsabilidades así que debía volver a su departamento.

—No puedo, tengo cosas que hacer mañana temprano —explicó alzando al rubio para poder pararse y recoger su ropa para vestirse.

Mientras Jungkook se vestía, Jimin fue por un vaso de agua a la cocina y cuando volvió el pelinegro ya estaba con toda su ropa puesta.

—Adiós Jimin —dijo desde la puerta— ¿nos vemos pasado mañana?

El rubio asintió y lo despidió agitando su mano, esa noche no pudo dormir pues su corazón seguía doliendo sin motivos, «quizás extraño a San» pensó y cogiendo su móvil le marcó y hablaron durante horas hasta que su esposo tuvo que irse.

ººº

Holaaaaaaaa ¿Cómo han estado? yo súper ocupada, con decirles que los últimos dos días solo he dormido como tres horas por mis trabajos inconclusos 😫 bueno x

¿Saben? hoy haré un maratón de unos cuatro capítulos!!!!!!!! 🥳🥳 así que sigan leyendo y por favor no olviden dejar sus votos y comentarios, me motivan muchoooo 💕

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MINE // KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora