Capítulo 6: "Tiempo"

750 73 15
                                    

En posición fetal acostado en su cama, Gorou se estaba cuestionando su relación con Itto, pero no de manera del todo negativa. Estaba confundido en como veía al oni, que es lo que quería y como lo quería. Esa confusión lo tenía de mal ánimo, sentía que estaba siendo un idiota confundiendo a Itto y a si mismo. Necesitaba tiempo para pensar, sin Itto, pero le preocupaba la reacción del chico ¿Y si se enojaba? ¿Si se alejaba solo por eso? Su mente solo otorgaba escenarios desfavorables. Pero, seguir juntándose con Arataki estando de esa manera lo confundía más, son tan apegados y cariñosos entre ellos que su mente solo le revolvía más los sentimientos. Kokomi entró en su habitación algo preocupada, quería ayudar a su amigo, pero ni siquiera sabía cómo, nunca había estado en esa situación. Se acercó a la cama, sentándose en la esquina de esta sin dejar de mirar a su amigo. Posó su mano sobre su oreja, llamándole la atención.

-¿Estas bien? -Pregunta-

-¿Tu que crees? -Dice tras suspirar- ¿Por qué mi cerebro no funciona en el amor?

-Por que eres un baboso -Le responde de manera burlona, logrando hacer reír a su amigo- ¿No crees que es mejor tomarte un tiempo separado de Itto?

-¿Y si se molesta? -Dice preocupado mientras se incorpora en la cama- No quiero dejar de relacionarme con él -Hace un puchero-

-No creo que se moleste, si espero tanto para una cita contigo, podrá esperar a que pienses las cosas -Kokomi se acostó al lado de Gorou- Encontraste a un buen tipo, Gorou, ten eso en cuenta -El canino asiente lentamente-

Tiene razón, Arataki es el mejor chico con el que se ha topado en mucho tiempo. Se toma el tiempo de escucharlo, entenderlo y aceptarlo. Era increíble, como un sueño. Muchas veces se cuestiono de que aquello fuera real, el como un hombre podría ser tan sano y cuidadoso con lo que hace y dice. Luego de pasar un rato con Sangonomiya, esta se levantó para continuar con sus deberes, dejando a Gorou solo. Este quedo pensando en lo que dijo, si Arataki estuvo dispuesto a pedir por más de seis meses por una cita, dudaba de que no podría esperarlo un par de semanas para organizar sus sentimientos. Suspiró. Al día siguiente se juntarían para ayudar a Itto a entender el libro para el Club de lectura, quizás ahí hablaría las cosas como corresponde. No, no es un quizás, lo tenía que hacer. Lo iba a hacer. Se lo diría de la manera más sutil posible, para evitar algún tipo de bajón en Itto. Cruzaba los dedos para no lastimarlo, de verdad le preocupaba perder a un chico tan increíble como él. Restregó sus manos por su rostro, ya era tarde y estaba algo cansado. Se volvió a acomodar en la cama, tapándose con las sábanas, dispuesto a dormir. Quería librarse de aquel tema lo más rápido posible. Cerró los ojos y, pasados los minutos, logró dormir plácidamente a la espera del día siguiente.

Los rayos del sol golpearon su cara, despertándolo junto al frio mañanero. Se acomodo en la cama hasta quedar sentado, estirándose con un pequeño quejido de por medio. Restregó su puño contra su ojo mientras caminaba hacía la cocina para preparase desayuno. Se topó con Kokomi, quien, con una taza de café en una mano y unos papeles en la otra, saludo a Gorou con una sonrisa rápida. El castaño se preparó una taza de té junto a un huevo frito, no estaba con la disposición para prepararse un desayuno más especial. Sangonomiya se despidió de Gorou ya que tenía que trabajar. Se quedó solo en la cocina, desayunando lentamente para que su estomago no sufriera las consecuencias de devorar con tanta rapidez. Lavó las cosas que usó e hizo todo lo necesario para salir a ver a Itto. Ya listo, fue de camino al hogar de Arataki a paso lento. Decidió que es mañana se la tomaría con calma, para apaciguar su preocupación sobre lo que hablaría con Itto. Cosa que no funcionó del todo, solo se estaba intentando autoconvencer de que todo estaba bien y que no se sentía ni una pizca de preocupación. Quizás engañándose a sí mismo y convenciendo a su cerebro con aquella mentira, genuinamente la preocupación se iría. Lamentablemente no le funcionó y, ya estando frente a frente con Itto, su nerviosismo era más que obvio. Mirándolo a los ojos, le surgieron unas ganas de llorar, estaba verdaderamente asustado. ¿Y si se molestaba? ¿Y si lo odia después de aquello? Quizás podría pensar que solo perdió el tiempo juntándose con el y se alejaría, rompería todo tipo de relación y lazo formado entre los dos. Tenía miedo de perderlo. Ya no quería seguir perdiendo a gente. Las lágrimas salieron sin poder controlarlas, preocupando a Arataki, quien lo abrazó sin dudarlo y le preguntó si se encontraba bien. Gorou no sollozaba, solo caían las lágrimas de sus ojos, pero no emitía ni un ruido. Itto se alejó parcialmente de Gorou, tomando con sus manos su rostro para míralo y limpiar sus lágrimas con sus pulgares.

𝕄𝕠𝕟𝕠𝕘𝕖𝕠 │ Ittorou (Itto x Gorou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora