En alguna habitación de un pequeño departamento de la ciudad se encontraba nuevamente aquel chico de cabellos color azabache con sus ojos siendo cascadas, mientras escuchaba esa melodía la misma que es capaz de hacer que recuerde a la persona que una vez amó, al cual fue capaz de entregarle todo. Pero ¿Cómo fue que terminó todo? ¿En qué momento todo fue capaz de romperse? Todo pasó lentamente frente a sus ojos pero no se dió cuenta de nada hasta que esa hermosa llama poco a poco fue perdiendo su brillo dejando todo morir.
Pero retrocedamos un poco para entender mejor la situación, hasta el momento en que lo vio por primera vez tan pequeño e indefenso, al igual que un pequeño gatito.
- Hey chico, ¿Estás perdido? - Hum, no realmente, yo solamente soy nuevo. - Lo se, ya que tú rostro no me suena familiar, un gusto mi nombre es Megumi Fushiguro. - Oh, un gusto Megumi, yo soy Izumi.
Y quién le dirá que después de ver aquella pequeña y linda sonrisa que le dió aquel jóven, sería la causante de lanzarlo directamente al abismo. Resultando difícil recordar todo sin terminar en llanto, como su primera cita en aquel lugar una habitación friki que hizo tan feliz a Izumi el cual sonreía sin parar ocasionando una que otra pequeña risa en Megumi. O como su primera discusión bajo el cielo nocturno en medio de una lluvia reconciliándose con un pequeño beso el causante de detonar los sentimientos de ambos, o el día que decidieron aceptar sus sentimientos mutuamente comenzando a trabajar en ellos, en hacerlos florecer de forma constante pero no todo tiene un lindo final. . .
Y menos cuando una nueva presencia se va entrometiendo lentamente entre ambos un nuevo chico que se fue acercando cada vez más al pequeño Izumi, logrando que el amor que había florecido entre Megumi y él fuera marchitándose poco a poco hasta desaparecer.
- Oye... Izumi, últimamente te he notado un poco extraño ¿Está todo bien? - Oh, si, no te preocupes todo está bien, Megumi.
Pero lo que Megumi no sabía es que ese era sólo el comienzo de un gran dolor que se le avecina. Los días transcurrían con "normalidad" o eso es lo que parecía, porque Megumi cada vez pasaba menos tiempo con Izumi ya que éste último prefería pasar más tiempo con su nuevo amigo Ryouma el cual lentamente lo estaba alejando cada vez más de Megumi. Hasta que un día pasó lo que ya estaba predicho...
- Izumi, ¿tu crees que todo siga bien? - Sobre eso yo creo que no lo está, últimamente siento que ya no es lo mismo entre nosotros. - ¿Por qué lo dices? ¿Qué fue lo que cambió? Puedo cambiar cualquier cosa por tí, pero solo dime qué es lo que necesitas para poder seguir a mi lado.
El azabache tenía una mirada triste a la vez que pronunciaba esas palabras en un tono de súplica con la esperanza de que tal vez así se pudiera hacer algo y no terminarán su relación así, pero en esta ocasión ya no habría marcha atrás ni más oportunidades.
- Yo creo que debemos tomarnos un tiempo, Megumi. Cómo habrás notado, hice un nuevo amigo con el cual me siento en mejor sintonía que cuando estoy contigo, por eso yo creo que deberíamos darnos un tiempo para aclarar todo, ¿No?
Izumi se encontraba mirando fijamente al ojiazul esperando la respuesta la cual no llegaba creando un silencio un tanto incómodo para ambos, hasta que por fin Megumi decidió hablar.
- ¿Ya no sientes nada por mi? - No quería llegar a esto, pero es cierto yo ya no tengo los mismos sentimientos que tenía por ti al principio. - Es por él ¿¡Verdad!? ¿¡Por qué!? ¿¡Que tiene el que no tengo yo!? ¡Dime!
El ojiazul ya se encontraba llorando a mares por la impotencia que sentía en ese momento al saber que ya todo había terminado mientras era observado por el pelinaranja.
- No es eso solo que yo me enamore de Ryouma, su forma de ser, su sonrisa, su voz, simplemente amo todo de él por eso es que debemos terminar. - ...
Megumi por primera vez veía un Izumi decidido con una mirada firme al igual que su tono de voz, ahí fue cuando entendió que ya no podía hacer más y que solo debía aceptar las cosas.
- Creo que está bien, por el mismo amor que te tengo por eso mismo te dejaré ir aunque me duela, aunque me muera internamente yo te dejaré ir. - Gracias por entender, espero que podamos ser amigos manteniendo una buena relación ¿Si?
El azabache solo asintió lentamente con una pequeña sonrisa aguantando sus ganas de llorar mientras frotaba sus ojos limpiando sus lágrimas.
- Entonces ¿Amigos? - Si... - Entonces nos vemos después.
Izumi tomó las sonrosadas mejillas de Megumi para depositar un pequeño beso en sus labios y después irse corriendo manteniendo una triste sonrisa sintiendo como caían un par de lágrimas por sus mejillas, por su parte Megumi solo podía observar la espalda del pelinaranja mientras se alejaba a la distancia. Entendiendo que la historia que creó entre ambos había llegado a su fin.
- ...
Volviendo a la actualidad se puede observar en esa misma y oscura habitación la silueta del azabache mientras observa caer las gotas de las hojas de los árboles, escuchando esa misma melodía que aún le recordaba a él. Megumi solo esperaba que dónde sea que se encuentre Izumi sea feliz con la persona que escogió para compartir su vida.
- ...
Megumi dejó salir un largo y profundo suspiro para dejar su cama y salir de su habitación rumbo a su nuevo trabajo, poniendo fin a esa canción y a la historia que una vez tuvo en su juventud.
- ...
Fin.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esta vendría siendo mi primera historia (?) Espero su opinión. Gracias. ♥️
