En la familia Hamilton existen relaciones poliamorosas, su inteligencia los ha posicionado como la empresa número uno de Los Ángeles.
Los Herederos y Enigmáticos hermanos Hamilton saben cómo tener a más de una mujer sobre sus pies, lo que no saben...
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20 de Agosto, 2025.
Astrid
Mis ojos se abren lentamente y el sonido de la puerta siendo abierta me hace levantarme encontrándome a cierto hombre de ojos grises.
—Buenos días hermosa, crei que te encontraría dormida— menciona adentrándose a la habitación.
—Voy despertando, pensé que se irían temprano— murmuro al verlo todavía en pijama.
—Saldremos a medio día, así podemos estar un rato más contigo— sonrió hacia el tomando una de sus manos.
—Gracias por lo de anoche, me divertí mucho, deberíamos volver a repetirlo cuando vuelvan— lo veo asentir con una sonrisa en su rostro.
—Las veces que tu desees hermosa, aunque no quisiera irme tengo que volver a mi habitación para alistarme, nos vemos en el desayuno— asiento mientras lo veo acercarse a mi dejando un beso en mis labios antes de salir de la recámara.
Salgo de la cama comenzando a caminar hacia el baño, una vez desnudo entro a la regadera dejando que el agua caiga sobre mi cuerpo, volteo encontrando todo lo necesario para mí y sonrío al ver que todo lo tenían planeado.
Al terminar enredó mi cuerpo con una toalla, al salir del baño encuentro en la cama unas bolsas, me acerco encontrando ropa interior y un vestido azul de manga largar dentro de ellas con una nota junto a estas.
"Sabemos que no traes ropa, nos tomamos el atrevimiento de comprar algo para ti, esperamos y sea de tu agrado"
–Hermanos Hamilton.
Sonrío tomando la ropa entre mis manos, una vez lista salgo de la habitación en busca de ellos, bajo las escaleras llegando a la cocina encontrándolos sentados.
—Buenos días corazón, ¿Tienes hambre?, el desayuno esta casi listo— escucho decir a Ángel y sonrió hacia el tomando asiento frente a sus hermanos.
—Veo que, si te quedo el vestido, crei que te quedaría largo— murmura Andrew tomando una de mis manos.
—Gracias, me quedo perfecto y esta bonito— menciono y asiente complacido.
Los cuatro empezamos a desayunar mientras escuchamos a Adam platicar de sus aventuras de niño haciendo bufar a sus hermanos, al terminar ambos hermanos salen de la cocina a terminar de prepararse dejándome sola con Ángel.
—¿Tienes planes para hoy corazón?— lo escucho preguntar después de un rato.
—Ninguno, planeaba llegar a mi departamento y volver a dormir—murmuro y asiente lentamente.
—¿Te gustaría quedarte conmigo después de que mis hermanos se vayan, podemos seguir viendo películas o salir algún lado?— pregunta y asiento con una sonrisa en mis labios, salimos de la cocina caminando hacia la sala dejándonos caer en uno de los sofás.
