La puerta por la que debían cruzar estaba bastante cerca de las escaleras así que tuvieron que esperar a que las misiones de por la mañana se marcharan para cruzarla sin que nadie las viera. Aura se había dado cuenta de que algo corcomía a su tía pues había vuelto su carácter huraño sin motivo alguno, que ella supiera claro, la que sí parecía saber qué le pasaba era Marina que se limitaba a ignorar los bufidos de su hermana. Ya frente a la puerta y listas para pasar al otro lado la joven tuvo la necesidad de hablarlo.
—¿Con quién nos vamos a reunir en esa época?
—Con nadie. —Atajó Alba antes incluso de que Marina pudiera hablar— Estamos solas en esta misión.
—Eso no es cierto y lo sabes, vamos y ahora te cuento. —Le dijo a su hija pasando frente a una Alba con el ceño fruncido y los labios apretados.
La puerta iba a parar a un viejo caserío abandonado, normalmente se habrían encontrado allí con el agente del ministerio de la época, pero para evitar riesgos previamente Capde había mandado al pobre Santi a un extenso reconocimiento del terreno. Para Aura cada vez que cruzaban una puerta era un momento fascinante, no creía posible que llegara el día en que se acostumbrara a eso, no era imposible. Miró a su alrededor con los ojos bien atentos, al igual que su madre y su tía. Estaban en una habitación bastante grande aunque oscura, los enormes ventanales estaban cubiertos con papeles de periódico ocultando tanto el exterior como el interior, una medida de seguridad para curiosos que pudieran ver a personas entrar y salir de aquel diminuto armario que acababan de cruzar. En el centro había una cama vieja sin sábanas y en una esquina una mesa de nogal con una silla, esa debía ser la zona en la que el agente pasaba más horas.
—Hay que hablar con Capde, parece que no saben poner las puertas en otros sitios, estoy un poco harta de salir siempre del armario. —dijo Marina buscando el chiste que solo hizo sonreír a Aura— Bueno ya, hermanita sé que no te apetece verla, pero es que esto ya es ridículo.
—¿Ver a quién? —Preguntó Aura.
—A nadie, no vamos a ver a nadie. —Contestó tajantemente Alba mientras levantaba una losa de madera del suelo y sacaba una caja— La documentación no es muy buena...
—No me cambies de tema. —Marina miró a su hija— Alba no quiere recurrir a la única persona de confianza de esta época.
—No iremos a ver a Julia, así que no insistas. —Alba sacó un paquete envuelto en una tela vieja del mismo sitio que la caja y lo dejó sobre la cama.
—¿Quién es Julia? —Quiso saber Aura.
—Julia Medina, una de nuestras rescatadas y bueno, exnovia de Alba. —Su hermana la miró con odio, pero a Marina le dio igual.
—Pensé que no se podía mantener una relación con...
—Cariño, ¿a estas alturas aun crees que mi hermana sigue alguna de las normas del Ministerio? —Aura sonrió mientras Marina se partía de la risa y Alba solo deseaba matarlas a ambas— El caso es que Alba y Julita no acabaron muy bien que digamos...
—Y por eso no podemos ir a verla. —dijo Alba— No me apetece que me abran otra vez la cabeza con una pala o un cubo o lo que sea que me quiera lanzar cuando me vea.
—Si hubieras sido sincera con ella no habría pasado nada. —Alba entrecerró los ojos— Conoció a Natalia cuando seguía con Julia y claro...
—No la engañé, con Natalia no estaba cuando salía con Julia.
—No, pero te enamoraste de ella y Julia no es tonta. —Alba suspiró— Han pasado muchos años, aunque te siga guardando rencor, que seguro que lo hace, si hablas con ella y le explicas la situación nos ayudará.
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EL MINISTERIO DEL TIEMPO (ALBAYA)
FanficFic basado en la serie de TVE "El Ministerio del Tiempo". A la gente que le guste la historia y la ciéncia ficción este fic es el vuestro. Ah, también tiene un poco de Albalia.