Childish [Mo Dao Zu Shi Fanfic]

Capítulo 2: ¿Cuánto es capaz de gritar un niño?

Para desgracia de Nie MingJue —general experimentado en una terrible guerra, sí, pero al que ahora le duele una espinilla, tiene las túnicas de la secta manchadas de tierra y las marcas de un mordisco tatuadas en una mano— le toca llevar al pequeño Jin GuangYao de vuelta a la Torre Koi volando en su sable. No ha habido opción a debate. Su esposo ha secuestrado al pequeño Jiang Cheng, sorprendentemente dulce y encantador cuando deja de llorar como un fantasma desconsolado, y Jin Ling, entre ambos, vigila a sus pequeños tíos como si los dos venerables restantes fuesen un peligro. A él sobre todo... El renacuajo Jin no le quita el ojo de encima. ¡Por amor a los Dioses, que no es como si fuera a tirar a Jin GuangYao de Baxia en pleno vuelo a la que se despisten!

Aunque ganas no le faltan.

Con ambos pies bien plantados sobre la hoja horizontal del sable, aunque no para de temblar como un flan, Jin GuangYao se agarra a las manos de Nie MingJue con toda la fuerza que le cabe en ese cuerpo tan pequeñito. Genial, ahora además de la marca de su dentadura se llevará de regalo las de sus uñas, justo lo que Nie MingJue necesitaba en una noche como esta... Y mira que se suponía que iba a ser una competición de caza normal y corriente.

Delante de él, Jin Ling se balancea inquieto en Suihua, entre ChiFeng-Zun y ZeWu-Jun, con un ojo puesto en cada uno. Lan XiChen lidera la marcha con el pequeño Jiang Cheng entre sus brazos, que apoya la cabecita en su hombro y de vez en cuando le sonríe a Jin RuLan y a Jin GuangYao y les saluda con la mano, para asombro y perplejidad de su sobrino, que de pronto no sabe dónde meterse. Jin Ling quiere esconderse en sus aposentos y no salir hasta que esta locura termine. Su pequeño jiujiu es... adorable. Es condenadamente adorable, y nadie se lo explica. ¿Cómo pudo convertirse un niño tan alegre en Sandu ShengShou?

Entre los misterios que les ocupan, de todas formas, ese no es uno de los primordiales. A Nie MingJue y a Lan XiChen les preocupa más descubrir quién puso un yao gigante y tan peligroso en una caza nocturna dedicada a los juniors de sus sectas, con sus herederos allí presentes. Y a Jin RuLan entender qué clase de maldición ha embrujado a sus tíos y cómo se resuelve, porque él no está preparado para ser padre de dos niños tan pronto. ¡Solo tiene catorce años! ¡Él es el niño mimado! ¡Él! ¡Si no sabe cuidar de nada más complicado que un perro y dando gracias!

Por suerte para todos —porque el pequeño Jiang Cheng cada vez se está quedando más y más dormido entre los brazos de Lan XiChen, que son un lugar seguro como pocos, y porque a Nie MingJue cada vez le duelen más las manos, y siente que se le está cortando la circulación— la Torre Koi no está lejos de los terrenos de caza. Y menos mal, la verdad. ¿Siempre ha tenido azules las puntas de los dedos o es culpa de este microbio demoníaco llamado Jin GuangYao, Xiao Yao para él de ahora en adelante? Tras unos minutos de vuelo, poco tarda la imponente sede de Lanling Jin y la brillante ciudad que la rodea en dibujarse ante sus narices. Y, por supuesto, tarda incluso menos en asombrar a los niños. Sí, Jiang WanYin se estaba quedando dormido, pero en cuanto ve todo ese despliegue de luces sus ojos se abren como platos. Es una ternura... hasta que su ceño se frunce, y ahí sí que parece de nuevo Sandu ShengShou. Los dos adultos y el adolescente intercambian una mirada dudosa, hasta que reparan en que la Torre Koi también ha causado su efecto en Jin GuangYao. A diferencia de su pequeño compañero, Xiao Yao mira las luces ensimismado, como si le parecieran increíbles.

-Ling-gege -llama a su sobrino con cautela, como si todavía no confiase del todo en ellos. No lo hace-, ¿qué... qué es eso?

-Eso, shu... A-Yao -comienza Jin Ling, muy orgulloso-, es la Torre Koi. ¡Nuestro hogar, y el segundo mejor lugar del mundo!

-Es feo y brilla demasiado -murmura el pequeño Jiang Cheng, descontento. Aunque, para delicia de Lan XiChen, vuelve a darse la vuelta y a abrazarse a su cuello con sus pequeños bracitos-. ¿Cuál es el mejor lugar del mundo, Ling-gege?