CAPÍTULO 46

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La taza con Té, fue a sus labios mientras en su banco con ruedas se alejaba un poco hacía atrás, para mirar las pinturas que había terminado hace unos días. Eran las últimas a incluir para la subasta, y le gustaban, le gustaban mucho. Estaba realmente seguro que a Nie Huaisang le encantarían, y tal vez quisiera quedarse con una de ellas. Se rio un poco ante eso, y bebió otro sorbo de Té.

La pequeña bocina sonó anunciando la llegada de alguien que creyó era Nie Huaisang, así que simplemente espero por él. Sin embargo los pasos que podía escuchar, eran pesados, y no parecían ser solo un par.

Giró el cuello con curiosidad, sintiendo que algo estaba mal, y al ver a los desconocidos llegar, se irguió inmediatamente soltando la taza en su mano, y el té se derramó por todo el lugar.

Cogió cualquier objeto a su alcance, y lo lanzó con fuerza hacía el primer sujeto que se acercaba a él; En un movimiento veloz, volteó el cuerpo y corrió a la mesa para tomar unas tijeras, pero su muñeca, fue apresada, y su cintura envuelta.

Gritó mientras se empujaba con las piernas sobre el filo de la mesa, y se sacudía con fuerza poniendo resistencia.

Había sido cargado en los brazos de uno ellos, y en un intento por soltarse de él, lo golpeó en el rostro con su codo. No obstante, no funcionó.

El hombre giró con él entre sus brazos, y lo acercó hacía el otro sujeto. Este, sacó una botella y un pañuelo.

《Maldita sea》《Esto no me puede estar pasando》

- ¡Auxilio!¡Ayúdenme!...¡Noo!¡No!¡Suéltenme, Maldita sea! ¡Aaahg!¡Nomm! ¡Mmngg!

Las manos del hombre se posaron sobre su cara y su cabeza; específicamente un poco mas arriba de la nuca, mientras presionaba el paño húmedo contra su nariz y boca.

Se sintió mareado, quería vomitar, su cuerpo dejo de pelear; era como si estuviera flotando. Todo comenzó a verse borroso, y de repente, sintió que caía en un abismo.

~》. . .

Con un sobresalto, Wei Ying abrió los ojos. Su corazón latía muy rápido, y la máquina a su lado, alertó a la enfermera que estaba pasando.

La joven mujer entro rápido al cuarto, y comenzó a revisarlo.

- Estoy bien. - dijo Wei Ying. - Solo fue un mal sueño.

La enfermera se le quedo viendo en silencio por un rato, unos breves segundos antes de mover la cabeza y asentirle con ella. Volvió a checar que todo estuviera bien, y preguntó si debía llamar a la Psicóloga otra vez, pero Wei Ying insistió en estar bien.

Ella volvió a asentir, y segundos después, salió de ahí.

Wei Ying, soltó un suspiro y volvió a recostarse. No era la primera vez que pasaba por esto. Ya lo habían secuestrado una vez, y lo supero bien. No obstante, en ese entonces solo tenía 12 años, y lo que creyó era un cambió de personal en los empleados de su madre, resultó en hombres al servicio de alguien mas; Alguien, que había estado siguiéndolo desde su debut en el modelaje, y que solo lo deseaba para él.

Por Simpre Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora