Archivos RIPP - Manuel Adrianza

Solo Quiero A Mi Hija

Aun la recuerdo, su risa, su hermosa risa, parecía un ángel cuando sonreía, ella era mi todo, esa pequeña niña cambio mi vida por completo, incluso más de lo que lo hizo su madre, esos hermosos recuerdos, esas hermosas sensaciones, aún las recuerdo, puedo sentir felicidad al imaginar de nuevo su carita. Cuando la lleve al parque aquel día, le compré helados, churros y todo tipo de dulces, subió al tobogán, al carrusel, y su cara de temor al bajar de la montaña rusa... Era tan hermosa... ¿Por qué tuvo que crecer? ¿Por que tuvo que dejarme? Yo le di todo, todo lo que un padre le puede dar a su hija, amor... Cuidados... Cariño y atención ¿Que más podía pedir? Aún recuerdo el día en que se fue, se veía feliz, pero yo... Yo no lo estaba... Me desmorone en cuanto salió por esa puerta, recuerdos... Recuerdos de un pasado hermoso y momentos de un presente monstruoso, aún lo recuerdo, aún me atormenta, cuando la ví... Ese día fui a visitarla a su casa, ella me abrió la puerta, hay estaba el, a la persona que más odiaba, el hombre que me robó a mi hija. Decidi traerla a mi casa de nuevo, la necesitaba, la quería conmigo, y aqui está... Sobre mis piernas, como cuando era pequeña, posada en mi pecho... ¿Por qué duele tanto?... Aún me atormentan los recuerdos de ese día, su madre se fue de la casa y yo... Yo ahora estoy solo, con su cadáver bajo mi cama, todos los días le doy un beso en la frente, pero ya no me hace feliz, su sonrisa desapareció, mi vida perdió el sentido cuando la perdí a ella... Escucho la sirenas de la policía frente a mi casa, me levanto, pues se que lo merezco, tomo mi arma, la misma con la que la mate, la misma... Que derramó su sangre... Aún recuerdo aquel día, aún puedo verlo, como si mi conciencia me obligará a jalar del gatillo... No hay balas... La única que quedaba la gaste en ella... Me lazo al piso y empiezo a llorar... La policía entra y me lleva a prisión ¿Estoy loco? No oficial, yo solo quería a mi hija... Fin