Monstruos Reales

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Estaba tras la puerta abierta del cuarto, escondida, me tape la boca para aguantar el llanto y las ganas de gritar y vomitar, estaba temblando, tenía mucho miedo de lo que pudiera haber halla afuera, no quería ni asomarme, de seguro podría hacerme lo mismo que a mí hermano, decidí quedarme hay, hasta que decidiera irse. Ya habían pasado unas dos horas, o quisa era que en ese momento el tiempo pasaba extremadamente lento, seguía hay, escondida, con la cabeza entre las piernas tratando de distraerme, tarareando una canción en mi mente o algo parecido, pero esa poca y casi nula paz que me quedaba fue interrumpida por un fuerte golpe, era como si golpearan carne cruda con un martillo de cocina, machacando sus huesos, entonces recordé que mi papá llegaba ese día, me desmorone mi padre, mi hermano, esa cosa los mato, y quién sabe, quisa mi madre también haya muerto, no llegue a ver esa parte. Seguía hay aguantando los gritos, las ganas de llorar, quería vivir, quería salir de hay, pero ya era tarde, otro fuerte golpe me asusto, algo habían tirado dentro de la habitación, era algo pequeño como un balón de fútbol y redondo, estaba rodando hacia mi, pero yo estaba muy asustada como para moverme, y las lágrimas no me dejaban ver bien lo que era, entonces, cuando ya estaba muy cerca de mi, cuando estaba a mi lado, me acerque a ver lo que era, mala idea... Era la cabeza de mi padre, grite, grite muy fuerte, esa cosa me escucho, la escuché correr hacia el cuarto, me sentí morir, pero no podía dejarlo asi, me lance debajo de la cama, afortunadamente hay estaba mi perro, lo abrace muy fuerte, pero no respondió, entonces me di cuenta de que solo tenía la mitad superior del cuerpo, la otra mitad sabra dios dónde estaba, lo tire fuera, con pánico, no pensé bien en lo que hacía, aquel monstruo ya se encontraba dentro de la habitación, me estaba buscando, sabía dónde estaba, ya no había esperanza para mí... Pero por un momento me sentí segura, note como salía del cuarto, se vio claramente como caminaba hacia afuera, pero algo que nunca sabre, es como mierda pudo estar sobre la cama al mismo tiempo, metio una mano, larga y huesuda, pero aún así con mucha fuerza, me tomo de la cabeza y me levanto, era muy alto, tanto que me hizo colgar de la cabeza, el cuello me dolía, sentía como se desgarraba poco a poco, como si la gravedad aumentará de repente, entonces lo ví, ví su rostro, era... Era horrendo, tenia ojos regados por toda la cabeza, no podía contar cuántos eran, su boca, quisa lo peor de todo, no tenía forma, eran curvas, dientes, carne, sangre, no sabía si era real o una pesadilla, pero casi al instante me di cuenta, nada era más real que eso... Fin

Archivos RIPP - Manuel Adrianza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora