💫
Y ahí se encontraba a las doce y media de la madrugada en un parque con su corazón acelerado y sus lágrimas que brotaban sin cesar de sus ojos; preguntándose una y otra vez qué hizo mal para encontrarse en esa dolorosa situación que le estaba agotando mentalmente por dentro y que tanto daño le estaba causando.
Lloró, lloró como si su vida estuviese agotándose poco a poco, y aunque no fuese de esa manera, él lo sentía así.
Pascu no aguantaba más. Habían pasado cuatro meses desde la ruptura con su expareja.
No explotó cuando eso sucedió, pero ahora estaba echándole demasiado en falta y brotando todo lo que no salió en aquel día que decidió que su historia terminaría.
Intentó olvidarle y pensó que lo consiguió, pero cuando volvió a sus redes sociales y vio toda la gente que extrañaba Destripando la historia poniendo de fondo esos vídeos editados por los propios fans del hombre que amó y él, se dio cuenta de que en ningún momento había dejado de prestarle atención.
Pequeños detalles como revisar de vez en cuando el Instagram de Rodrigo y del que quizás era su nueva pareja le decían a gritos que no lo había superado.
En un principio no le quiso dar importancia y pensó que era curiosidad.Pero ese mismo día se dio cuenta que en realidad no era aquello; sino que el compositor no había dejado de estar en su cabeza en todo aquel tiempo que había pasado.
Su expareja le tenía bloqueado por WhatsApp, por esa razón habían perdido el contacto tan de repente. Aunque por Instagram no fuese así no se veía con las fuerzas de bloquearle de aquella red social.
Es decir; tenía pensado desahogarse en el chat de Rodrigo, después bloquearle y no recibir una respuesta porque no se veía con fuerzas de un rechazo en aquellas condiciones.
Al inicio quiso plasmar sus sentimientos en el propio chat de WhatsApp con él, aunque le tuviese bloqueado. Al menos sentía que debía hacerlo.
Pero no pudo. Quería que el contrario supiese como lo amaba y añoraba aún.
La solución que dio podría denominarse moralmente incorrecta, pero al verse a sí mismo en ese estado deplorable aceptó que sería una opción razonable.
Un número falso.
Así podría por fin decirle aquello, bloquearle y no saber más de nada.