Capitulo I. Todo comienza con un vaya, vaya...

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Hoy ha sido un día taaan aburrido que traje conmigo una cámara que es de mi madre... El aparato estaba bloqueado y me insistió en que si podía arreglarlo o recuperar al menos las imágenes, no soy una experta pero sí he podido solucionar algunos problemas técnicos. Estuve hasta las dos de la mañana tratando de desbloquear la maldita cámara, y como era tan tarde preferí descansar aunque sea un poco y ver si hoy solucionarlo, y sí, pude hacerlo, recuperé todos los archivos. Ahora mismo voy probando la máquina fotográfica para ver que esté todo en orden, y no haber metido mal la mano... me veo a mi misma de pequeña toda una beba, correcto, el lente no tiene un buen acercamiento como recordaba, siendo de los 2000' no hay mucho que saber que en esos tiempos era así la tecnología. Me veo de frente, estoy bien, estoy guapa, aunque me vea distinta al resto... ¡sigo siendo una guapa ojerosa! (Guau, que estoy viendọ) Pensé mientras justo apreté el modo grabar. Presencio a dos compañeros, Sunoo Kim un chico con apariencia de ternura extrema, integrante del grupo de las perras populares de este establecimiento y la otra es nada más ni nada menos que "Baba-boba" la que él mismo Sunoo molesta junto con sus amiguitas ¿Qué demonios es esto? Están abrazados como si fueran pareja u algo, se miran el uno al otro, ella está sonrojada, él le acaricia la mejilla con mirada coqueta. ¿Cómo permite qué se burlen y la molesten diciendo a diario cosas tan feas y malas enfrente de todos, solo porque cumple la fantasía de estar con un chico popular, apuesto y? Oh ─sonrío de lado─ ¿Cómo están tan metidos en su mundo? Ni siquiera notan mi presencia, los miro fijamente como si nada, grabando absolutamente todo quedando registrado ante la memoria de mí y de la cámara de mi madrecita. Jamás preste atención a ninguno de aquí, pero... esto sin duda es interesante y algo divertido, estaba perdiendo una clase por el chisme que es mejor, tengo material para que los siguientes días sean divertidos o algo loco, lo que sea primero. Me retiraré lentamente... ─Río para mis adentros─ Pensé bastante mientras caminaba por los demás pasillos vacíos sobre si subir el vídeo o escribir sobre lo que acababa de presenciar, con capturas del vídeo. Me las debe ese maldito, es igual que muchos de esos idiotas que solo acosan y molestan a estudiantes más tranquilos, se cree demasiado por estar en un grupo de populares, que todos quieran estar con él por ser guapo ─Abro mis ojos en alerta, casi choco con la pared─. Cuando pienso mucho suelo caminar más rápido con los ojos cerrados...

...

Era tarde, los talleres de fútbol y baloncesto estaban por terminar. De lejos veo al divo de Sanwoo (Su verdadero nombre) aunque es más llamado por su apodo (Sunoo) que suena igual prácticamente. Me dirigí hasta él y me senté a su lado con mis piernas abiertas para mirarlo de perfil fijamente. Me mira y actúa como siempre, con una amplia sonrisa... encantadora. Le miré de arriba abajo.

─Que lindo eres ─me atreví a hablar por primera vez con él.
Me miró de soslayo y terminó de agradecerme con palabras "tímidas".
Hubo un silencio algo incómodo para el chico, en cambio para Kate era de muchos pensamientos y burlas, aunque tenía que ser precavida con lo que tenía que decir... Kate terminó por levantarse y caminó unos pocos pasos hacia al frente dandole la espalda a Sunoo.
─Que linda la manera en como actúas ─Me giré para ver su expresión─. Y qué lindo cómo te enojas porque sabes a qué me refiero.
Su sonrisa "encantadora" se esfumó, ya que su rostro se tensó y me dedicó una mirada penetrante que incluso, me llegó a dar escalofríos.
─No, no sé a qué te refieres ─dijo cabreado.
Ahora yo soy la de la sonrisa encantadora.
─¡Te daré una pista! ─sugerí con diversión─. Compartimos el mismo momento, yo lo tengo registrado en mi memoria ─apunté mi cabeza─, y tú también ─apenas dije la última palabra me retiré para dejarlo de mal humor─. Cuando lo adivines, es probable que sea muy tarde ─murmuré.
─Las personas ─su voz me detuvo instantáneamente, qué incluso hizo que girara para mirarlo─ somos todas tan distintas el uno al otro, pero... ─Me miró de pies a cabeza─ ¿Tú que límites tienes? ─sonrió falsamente.
─¿Yo?... yo soy alguien común y corriente pero, ─observé mis uñas─ no hipócrita como tú ─lo miré desafiante─. Digo con ese rostro aparentemente "inocente" ─alcé la mano a su rostro─ aunque es lógico »Dime con quién andas, y te diré quién eres« ─Me levanté.
Me vio de reojo y no hizo ningún comentario por mis palabras hacia él. Sabe perfectamente que siempre se saldrá con la suya, diga o no diga algo, los profesores, compañeros, todos están de su lado. Que suerte tienes idiota... yo en cambio he dado disculpas y aceptados errores de otros por mi apariencia, me veo una chica rebelde, ruda, que se mete con todos los chicos, y nada de eso es cierto.

Lo que yo sé y tú noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora