Rulos//Los 100 (1º libro)

Nala c1

Hacía 97 años desde que un apocalipsis nuclear inundó la Tierra de radiación matando a toda la población humana, pero por suerte, hubo sobrevivientes.

Doce naciones tenían estaciones espaciales cuando estallaron las bombas, pero en ese momento, solo quedaba el Arca; una estación compuesta por muchas otras.

Decían que la Tierra necesitaba al menos 100 años más para que fuera habitable, cuatro generaciones más atrapadas en el espacio y el hombre podría regresar.

Ese era el sueño de muchos; ir al planeta en el que nuestros antepasados vivieron.

La realidad era esta; en el Arca, todo delito, o lo que ellos consideraban delito, por pequeño que fuera, se castiga con la muerte. Salvo que fueras menor de edad, en ese caso, ibas directo a lo que allí llamábamos "La caja del cielo", básicamente era la cárcel para los delincuentes menores, como yo.

Soy Nala y llevaba encerrada allí durante 17 años, por un delito que ni había elegido.

Había pasado demasiado tiempo desde que el mundo se había acabado y la gente hacía y se inventaba lo necesario para seguir cuerdos de la cabeza.

Mis padres no recordaban cuando empezó, ni quién empezó a difundirlo, pero lo único que sabía es que me trataban como un bicho raro.

Allí todo el mundo tenía el pelo liso, absolutamente todos, tal vez tenían ondas, pero no más.

¿Por qué?

No se sabía exactamente por qué toda persona que tenía rizos murió en el espacio y muy pocos sobrevivían, como yo. Tal vez por la radiación o porque les hacían la vida imposible.

Nos llamaban "rulos".

Todo el Arca consideraba que, si tenías el más mínimo rizo en el pelo, tenías una enfermedad, sí, y te flotaban. Pero claro, yo estaba recién nacida, así que me tocó crecer en la caja de luz.

No conocía más que esa cárcel y la enfermería, no sabía ni cómo era el Arca, tampoco sabía lo que era ser amada por tus padres. Cuando nací, vieron que tenía el pelo rizado, a mi padre lo flotaron y le dieron 5 años, a mi madre hasta su día, sólo 5 años para cuidarme y me quedaría sola.

Y así fue.

De eso hacía 12 años ya; crecí aprendiendo a apañármelas sola.

Conseguí salir de mi pequeña habitación 67 veces, un récord en todo el Arca, pero nunca conseguía salir de la caja de luz, siempre había algo o alguien que evita que llegase más allá. Moría por ver los pasillos de esa nave.

Allí todos sabían que había intentado escapar tantas veces, aunque nadie sabía de mi condición.

Todos los días me abrían la puerta para llevarme a la enfermería, no me gustaba nada, me hacían todo tipo de pruebas para comprender mi "enfermedad".

Por eso he dicho que nos hacían la vida imposible a gente como yo.

Hacía 3 horas que había salido de la primera revisión del día y me habían dejado de vuelta en mi habitación.

No me sentía sola, tal vez era porque llevaba así toda la vida y no sabía cómo se sentía estar acompañada de más gente durante más de dos horas.

Estaba tumbada en la pocilga de cama que me habían asignado, mirando al techo y contando los días para que llegara mi 18 cumpleaños y así terminar con esa tortura de vida, nadie lo aguantaría.

La habitación era pequeña y el único entretenimiento que tenía eran los libros. Había una estantería con lecturas de todo tipo; desde cómo navegar hasta el libro de "Orgullo y Prejuicio". No sabía para qué me serviría todo eso, pero me gustaba, me ayudaba a matar las horas.

-Prisionera 108, contra la pared.- entró un guardia por la puerta.

Le obedecí, ese día no tenía planeado huir.

-Hace 3 horas estuve con Abby, aún no toca la siguiente revisión.- repliqué.

-Silencio.- dijo otro guardia que entraba- Extiende el brazo derecho.

-No, aún me quedan 2 semanas para los 18.

Vi que sacaban una pulsera bastante rara de una caja y pretendían ponérmela, forcejeé con ellos para evitarlo.

Pero miré la puerta abierta, podía ver los pasillos repletos de guardias y prisioneros siendo sacados de sus habitaciones.

Nunca había presenciado algo así, siempre que salía estaba toda la caja de luz vacía.

De repente, sentí un pinchazo en el cuello y me tumbaron en el suelo.

Escuché que entraba más gente en la habitación, pero tan solo vi a Abby Griffin inclinarse hacia mí.

-Por fin me vas a matar, lo has conseguido.- susurré con la poca fuerza que me quedaba.

-Nala, nadie va a ejecutarte. Van a mandarte a la Tierra, a vosotros, a los 100.- reí levemente dando a entender que no la creía, nunca lo hice y no lo haría jamás- Las reglas han cambiado.-terminó.

Finalmente, me di por vencida y cerré los ojos.

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¡Hola a todos!

⚠️PARA QUE NO HAYA NADIE QUE SE CONFUNDA VOY A ACLARAR UNA COSA. EN ESTE FANFIC TANTO JAHA COMO WELLS NO TIENEN EL PELO RIZADO. NADIE MÁS QUE NALA LO TIENE.⚠️

He estado mucho tiempo trabajando en este proyecto. 

¡Espero que os guste y le déis una oportunidad!

Os agradecería que la compartierais con más gente que le guste Los 100.

¿Cuál es vuestro personaje favorito de toda la serie?

¡Nos vemos en el siguiente capítulo! 💕

-Ali