Alberto era un chico de 16 años cansado de la vida.
¡Cállate y déjame estudiar! Es lo que suele decir a aquellos que lo molestaban constantemente, y efectivamente, sufría acoso en la escuela por ser negro, no obstante, eso no le impedía ser un chico responsable y estudioso, no por nada era considerado un cerebrito y uno de los mejores de su clase.
Su grave enfermedad llamada gufjlil no le impedía hacer amigos, aunque solo eran contados estos mismos ( 4 amigos tenía el que wey) Alejandra, Dalay, Axel y María eran sus únicos amigos y aunque eran pocos, los consideraba sus hermanos.
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Lunes por la mañana. Alberto se encontraba listo para iniciar su segundo año de preparatoria, preparado para las nuevas experiencias en su vida, sin contar que alguien nuevo aparecería en la misma y le cambiaría hasta los calzones.
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— Alejandra huele a cola. -comentó Dalay entre risas.
Esas clases de burlas eran constantes en ese peculiar grupo de amigos.
— ¿Ya hicieron la tarea de Geometría? - preguntó Alberto arruinando el alegre ambiente de sus amigas.
— Cállate Alberto, ahora estaré preocupada por la tarea que no haré. - comentó Alejandra.
— Pinches niñas sonsas. - insultó Axel, el clasista de ese grupo.
Alan negó con la cabeza, aún dudaba que ellos fueran sus amigos y fueran tan irresponsables , pero los quería muy en el fondo.
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Justo ese día, un nuevo alumno se integraría en el mismo salón de clase que ellos.
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— Preséntese y siéntese después. - dijo el calvo del profesor Barrera.
Un joven que transmitía vibras de homosexual hormonal, que muchos dirían que medias aproximadamente 1.75, se adentró al salón de clases y pasó en frente.
— Mi nombre es Felipe. - se limitó a decir para posteriormente sentarse justo a lado de Alberto.
"Está curiosito" dijeron en su mente aquel grupo de amigos.
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Después de las primeras clases, el receso había empezado y cierto grupo tenía curiosidad por el nuevo.
— ¡Hola! Felipe ¿verdad? - comentó Alejandra
El contrario solo asintió.
"Es tímido " pensaron al mismo tiempo Alberto y Dalay.
— Mucho gusto, yo soy Dalay, ella es Alejandra, él es el tonto y clasista de Axel y aquí los cerebritos, María y Alberto. - Los mencionados hicieron un gesto con la mano en forma de saludo.
El mayor, sólo asintió nuevamente.
— Qué raro . -dijo Alberto sin pensarlo.
Sus amigos sólo lo miraron mal y lo regañaron, diciendo que era de mala educación y bla bla bla , a lo que solo él se disculpó con Felipe.
— No importa . - respondió sin importancia.
Sin duda Felipe era alguien raro o los raros eran ellos, uno de los dos.
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