El sonido de las pieles chocando resonaba en la habitación de hotel, pues una vez más Jimin y Jungkook se estaban entregando el uno al otro.
Después de la fiesta de anoche el rubio terminó muy estresado así que la mañana de hoy llamó a Jeon para que se vieran en un hotel ya que en su casa no se podía debido a la presencia de su esposo, el pelinegro dudo en ir pero al final terminó cediendo como siempre.
Cuando se trataba de Jimin, él era muy débil.
—No creo poder aguantar más —susurró el rubio dando saltos sobre la entrepierna del contrario— me duelen las piernas.
—Solo un poco más bebé.
Y ahí estaba nuevamente aquella palabra que el menor moría por escuchar, sonrió y motivado comenzó a saltar mucho más rápido, por su parte Jungkook también ayudaba con sus caderas llevándolos al preciado orgasmo.
Jimin salió del miembro de su amante y se acostó a su lado cubriendo su desnudez con las sábanas blancas mientras Jungkook se quitaba el condón e imitaba la misma acción del rubio, este al sentir el cuerpo del pelinegro puso su cabeza sobre su pecho y con sus brazos rodeó su torso comenzando a darle caricias.
Una sensación extraña recorrió el cuerpo de Jungkook, era la primera vez en semanas que se volvían a dar este tipo de trato luego del sexo y eso le aterraba, no quería dejarse llevar y terminar perdiendo su corazón.
—Me encantas Kook —dijo Jimin y dejó un beso sobre su pecho.
El pulso de Jungkook se aceleró, no quería emocionarse pero le era inevitable cuando el rubio subía su mirada y le sonreía mirándolo directamente a los ojos, qué se supone que debía responder, ¿Qué a él también le encantaba? cosa que era cierta pero no debía arriesgarse de esa manera.
—Gracias —respondió— tú también eres muy bueno en esto.
Jimin volvió a su posición inicial pero esta vez quitando las caricias, un nudo se hizo en su garganta y ni él sabía porque era, ¿acaso le dolía pensar que el pelinegro solo lo veía como un polvo? pero eso eran, así que no tenía porqué importarle, no tenía porqué afectarle.
—Debo irme —dijo Jungkook incorporándose.
—¿No te puedes quedar otro rato más? —Jimin hizo un puchero viéndose muy tierno.
—No, lo siento.
—¿Qué harás?
Jungkook no quería decirle la verdad ya que pensaba que si lo hacía el rubio cortaría todo vínculo con él, aunque eso era necesario si quería empezar algo serio con cierto castaño así que soltando un suspiro habló.
—Tengo una cita.
Aquello cayó como un baldazo de agua helada para Jimin, en serio no se esperaba esa respuesta tampoco podía comprender la opresión de su pecho y el nudo en la garganta una vez más, pero él era fuerte y no iba a demostrar que le afectaba.
—¿Irás a una cita después de follarme? —preguntó con sorna.
—Sí, tú eres casado y sin embargo aquí estás —respondió de la misma actitud del rubio— solo abría una manera en la que no vaya a esa cita, ¿sabes cual es?
—No —dijo ladeando la cabeza muy interesado en saber lo que Jungkook le iba a decir.
—Que dejes a San.
—¿Qué?
—Divórciate.
El rubio había quedado atónito ante la repentina sugerencia de Jungkook, ¿dejar a San? Esa era una idea que jamás se le había pasado por la cabeza ya que se supone que se casó para toda la vida, además él y su esposo se conocían desde que eran unos niños, por ende era sin duda alguien muy importante en su vida. No podía dejarlo, además ¿para que lo haría? ¿para continuar siendo el amante de Jungkook? eso no tenía sentido y mucho menos si este lo veía como sexo y ya.
—No me puedes pedir eso, Jungkook —dijo serio— ¿Qué gano con eso?
—A mí.
Jimin rio.
—No, nosotros sólo somos una aventura, algo pasajero —enfrentó al pelinegro— algo que terminará cuando te aburras de mí, en cambio San me da estabilidad y lo más importante, me ama.
Jungkook asintió repetidas veces, estaba claro que Jimin jamás se fijaría en él de otra manera. Con las latentes ganas de romper en llanto, bajó de la cama y se comenzó a vestir, esa sería la última vez que estuvo con su rubio.
Por otra parte Jimin estaba con el corazón en la boca, ni siquiera sabía porque había soltado todo aunque eso era lo que pensaba, un día todo terminaría porque probablemente Jungkook encuentre a alguien más y lo reemplace. Él no solo quería ser una aventura, él quería ser algo más para el pelinegro, pero lamentablemente por las circunstancias de la vida ya era tarde, él pertenecía a otro hombre, que como dijo, lo amaba.
—No me llames más que yo tampoco lo haré —Jungkook salió dejando al rubio aun en la cama.
Unas cuantas lágrimas cayeron en su rostro, las cuales limpió con el dorso de su mano y enseguida se cambió para salir del hotel fingiendo que todo estaba bien como si su corazón no estuviera estrujado.
ººº
Les comento, ayer estaba pasando por una librería y la portada de un libro llamó mi atención así que lo compré, llegue a mi casa, lo comencé a leer y me di cuenta que me falta mucho por mejorar en mi escritura, es que ese libro es tan perfecto en trama, narración, etc. que me hizo dudar de mi y "las capacidades" que creo tener. Hoy intenté escribir el capítulo para subirlo y les juro que no se me ocurría nada y al final, luego de tanto batallar salió lo que leyeron, espero que no haya quedado tan mal, y si sí quedo mal lo siento de verdad, tengo un bloqueo terrible :(( quizás después de terminar de escribir "Mine" me aleje de esto por un tiempito, y me da mucha pena porque ya tenía ideas para otras historias e inclusive ya había escrito algunos capítulos, pero bueno life goes on, gracias por leer y perdón por aburrirles con esto. Adiós <33
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MINE // KOOKMIN
FanfictionJimin lleva un año de casado y tras una discusión con su esposo sale de casa en busca de algo de distracción llegando a un club donde conoce a Jungkook, un pelinegro que desde que vio a Jimin entrar a aquel lugar, quedó hipnotizado con su belleza. O...