Suika despertó la mañana del 17 de octubre abrazando la enorme almohada que le había llevado Ryusui y pensando seriamente en cómo el día anterior había sido una locura, pero ya por fin asumiendo que estaba embarazada. Jamás pensó que ocurriría algo de esa índole, especialmente dado que ella era tan virgen que nunca en su vida le habían dado un beso, siquiera. Y ahora tendría un bebé a pesar de su virginidad, un bebé que, dicho sea de paso, no tenía idea de quién era el padre.
Abrazó la almohada unos segundos más, sin querer moverse de la cama y en ese momento vio las bolsas de la farmacia que había dejado Ryusui el día anterior. Las primeras personas que se habían preocupado tanto por ella eran Senku y Kohaku, luego se habían unido Byakuya y Lillian (los padres de Senku, a quienes había conocido en tiempos relativamente recientes), y había terminado con más personas de lo que imaginaría preocupadas por su bienestar. Esto era algo que ella agradecía de ellos, pero en ese momento de su vida ya no eran estas personas, sino que había alguien más y ese alguien era Ryusui, una persona que apenas tenía dos días conociendo, pero que parecía bastante arrepentido, y eso, en parte, incomodaba a Suika que no estaba tranquila con tanta atención.
Se removió entre sus sábanas, lo que la hizo percibir nuevamente el dolor en su cuerpo, sabía que debía tener muchos moretones después del reciente accidente, pero al menos estaba en un lugar que la tranquilizaba mucho: la casa de sus amigos. Miró al techo, se perdió en el diseño tan elaborado del yeso, que daba la impresión de que se tratara de unas nubes y finalmente apartó las sábanas para levantarse. Posó su mano en su vientre por un momento y acarició esa área, todavía le costaba muchísimo asimilar lo que estaba pasándole.
—Aparentemente Suika se está ablandando contigo, Nanika —se burló Suika respecto a su "algo" y seguidamente decidió levantarse para ir al baño. Al menos ya entendía el porqué de todos los malestares que estaba experimentando.
Después de salir del baño y alistarse, se dispuso a ir a la cocina para ver si podía ayudar en algo, ya que escuchó algo de movimiento, pero se dio cuenta al llegar que era sólo Senku cocinando y que, mientras, Shinku y Kohaku veían un programa para niños en la televisión. Saludó a su amiga y se sentó con ellas un rato y pudo ver a Shinku reír mucho ante las ocurrencias de Doraemon. Tras la finalización del capítulo, Senku las llamó avisando que ya estaba listo el desayuno y pidió que se sentaran a comer.
—¿Cómo te sientes, Suika? —preguntó Senku con tranquilidad, mientras daba un sorbo a su taza de café.
—Suika está bien, un poco cansada y aún adolorida tras el accidente —expresó con tranquilidad ella, esperando que no se preocuparan más—. Aunque la verdad es que anoche Suika durmió mucho más cómoda con esa almohada que compró Ryusui —agregó enrojeciendo levemente.
—¡Ese Ryusui! —exclamó con enojo Kohaku y frunció el entrecejo—. ¡Es lo mínimo que tenía que hacer después de que casi te mata!
—Sí-sí, leona. Cálmate. Sé que eres una leona protectora que no quiere que lastimen a su amiga, pero Ryusui está corriendo con todos los gastos y más, creo que deberías al menos aceptar que se está esforzando —lo defendió Senku.
—No me llames leona, escoria —reclamó Kohaku—. Pues no lo voy a aceptar, porque me parece que tiene dobles intenciones con Suika —dijo enojada al final.
—Bueno... él dijo que no estaba interesado en ser padrastro, así que Suika duda que tenga otras intenciones —señaló la más pequeña, intentando zafarse del del problema.
Continuaron comiendo y Suika hizo lo posible para zanjar la conversación, porque realmente no le gustaba que sus amigos discutieran y mucho menos si ella tenía algo que ver. Finalmente, Senku notificó que iría a su trabajo, pues tenía muchas cosas que organizar en la JAXA por el próximo viaje espacial que estaba pautado para finales de año, explicándoles que, incluso, unos amigos de su padre de la NASA también estarían quedándose en Japón.
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Embarazada... ¿yo?
FanfictionAU. Advertencia: No leer si todavía ven a Suika como una niña. Suika toda su vida se había enfocado en su futuro y había luchado por salir adelante a pesar de que era una chica huérfana y sin amigos. Pero definitivamente esto no era posible, ni siqu...