Una historia complicada. -Harry Styles-

Introducción.

Mamá murio cuando tenia 2 años. No me gusta mucho hablar sobre el tema, asi que, es todo lo que diré .

Steve, mi padre, se volvió a casar cuando tenia 4 años con Johanna Tomlinson. Ella y su hijo me caen muy bien. Si, Johanna tiene un hijo, es dos años mayor que yo, Louis se llama.
Nos llevamos muy bien y nos queremos como si en verdad fuéramos hermanos de sangre y es que prácticamente hemos crecido juntos.

Hoy al fin había conseguido mi permiso para conducir. Louis estaba tan orgulloso que me dejo conducir su Chevrolet como premio, así que salí de la casa a la cochera para conducir oficialmente por las calles de Londres.

Con nuestros padres nos habíamos mudado hace unos meses por el trabajo de papá. Estaba muy contenta, siempre había querido vivir en Londres. Amaba Doncaster, era donde habia nacido, mis raíces, donde estaba mamá, era mi todo, pero vivir en Londres era un sueño hecho realidad. Papá prometio que volveriamos cada que pudieramos a dejar flores a su tumba.

Cuando llegamos a Londres fui a aplicar por una beca al Collegue Britanic, beca para la cual califique.

Ya en el auto recordé las instrucciones que me habia dado papá.
Puse las manos como debía, quite el freno y moví los cambios del coche. Al hacerlo ,el carro comenzó a retroceder. Me empece a asustar. No recordaba que tenia que hacer, pique por todos lados, hasta que oí un ruido detrás de mi. Santo Dios, le eh dado a alguien, gracias al cielo el carro ya había parado.
Sali hecha un rayo para ver lo ocurrido. Un chico de rizos estaba tirado en el suelo frente a la cochera.
Me acerque a él para ver si no estaba muerto. Si él lo estaba, yo moriría con él.

Louis va a matarme, es la primera vez que me presta su auto y ya atropelle a alguien.

-Chico- susurré moviéndolo.- Hazme el favor de no morirte.- lo moví más fuerte.

Él fue abriendo de poco en poco sus ojos. Nos quedamos viéndonos por un instante.

Era muy guapo de verdad. Traía un polo blanco, unos pantalones de mezclilla y converse. Su cabello era rizado, color marrón, sus ojos verde esmeralda, su boca aún más rosada que cualquiera que haya visto y de ella salía una pequeña cantidad de sangre.

-¿Estas herido? Digo, aparte del corte de tu labio.- lo toque intentando arreglarlo. Se quejo alejándose un poco.

-Auch.- chillo.- Estoy bien, solo algo mariado.- explicó. Que no se desmaye por favor.

-Vamos, te llevaré  al hospital para que te den un chequeo.- lo ayude a levantarse y nos subimos al carro dando marcha hacia nuestro destino.

-¿Qué fue lo que pasó ?- preguntó  sobándose su hombro izquierdo, donde recibió el golpe.

Mordí  mi labio inferior nerviosa. ¿Qué  se supone que le diría? "Oye eh intentado asesinarte con el coche de mi hermano". La vergüenza me invadía

-Lo lamento, ah sido mi culpa. Me han dado la licencia hace unos minutos y mi hermano me prestó su carro para dar una vuelta, quite el freno y le di a la reversa, juró que no te había visto ahí atras. Lo siento mucho.- expresé  de manera acelerada. El chico se rió. -¿Que es gracioso?- pregunté.

-Dime, ¿cuantos años tienes?- Frene en el semáforo. Bueno, por lo menos, respeto las luces.

-Tengo 16.- voltee a verlo.-¿Tú?-

-Recien acabó de cumplir los 17.- sonrío. Tenia una sonrisa bonita y su voz era tan grave que lograba provocar en mi un escalofrío.

-¿No estas enojado por casi atropellarte?- pregunté  casi afirmándolo. El semáforo cambio haciendo que el auto avanzara.

-No. Esta bien, yo aun no hago el examen de conducción, pero supongo debe ser difícil.- sonreí sin despegar mi vista del camino.

Llegamos al hospital y nos dirigimos a donde el doctor Joseph.
Es amigo de Johanna , así que podría ayudarme. Toque dos veces la puerta color blanca con la placa "Joseph Hanks" . No entiendo porque los hospitales siempre son de color blanco, eso da un cierto de pánico en mi interior.

-¡Alex!, Vamos, pasa.- dijo amigablemente. Nos tendió la mano para darnos a entender que tomáramos asiento. -Dime, ¿en qué te puedo ayudar?- sonrío.

- Eh tenido un problemita.- baje la cabeza tímida.

-Oh, ¿problemas con el periodo?- pregunto mirándonos a ambos. Rápidamente levante la cabeza. ¿Qué Dijo?.-Descuida Alex. Si te cuidas como debe de ser podrás tener una vida sexual libre y sin limites.- explico Joe. El chico quería reírse. ¿Cuanta humillación debo recibir por no mirar el retrovisor Señor?.

-¡No es nada de eso!¡Por favor Joe! - tape mi rostro avergonzada haciendo que el riera.

-Eso ya lo se pequeña.- se burlo.- Ahora, ¿que pasa realmente?.

-Casi lo atropelle con la parte trasera del coche. ¿Podrías revisar si no tuvo una contusión o algo muy grave?- pedí.

- Ven aquí chico.- palmeo la camilla.

El se paro y sentó en ella. Joe comenzó a checar todas esas cosas típicas de doctor, desde prender su diminuta linterna sobre sus ojos hasta escuchar los latidos de su corazón.

-Él esta bien, solo le daré una aspirina para el dolor de cabeza.- asentí.

-Joe...- asintio el susodicho.- ¿puedo pedirte otro favor?- volteo a verme dejando de buscar la pastilla.- ¿podrías no decírselo a Johanna y Steve? ¡Por favor! ¡Si se llegan a enterar me castigaran y no me dejaran manejar hasta el 2089!- exclame dramáticamente haciendo que ambos rieran.

-Esta bien, no comentare nada sobre el asunto.-

Le dio las pastillas al chico para después salir de la habitación no sin antes agradecerle a Joseph y despedirnos de el.

Ya de regreso en el carro el chico tomo su pastilla con una botella de agua que le dieron en el hospital para después dejar caer su cabeza con sus ojos cerrados en el asiento.

-¿te sientes mejor?-cuestione. Él solo asintió.- ¿Quieres que te lleve a tu casa? ¿Que llame a alguien?- ofrecí.

-No. Puedes dejarme en la calle de tu casa, de ahí caminare.- hablo aún con sus ojos cerrados.

-¿seguro?- el asintió.

De camino a casa ninguno dijo palabra alguna, solo se escuchaba en la radio las canciones del top ten de la semana.Después de un largo camino llegamos y estacione el auto en la cochera.

-Ya hemos llegado.- anuncié.

Él abrió de poco en poco sus ojos, acoplándose nuevamente a la luz. Bajamos del carro quedando frente a mi casa.

-Me a gustado conocerte Alex, aún no de la mejor manera.- reímos.

-Espera, ¿como sabes mi nombre?- pregunte.

-Soy tu ángel guardián, eh venido porque has sido una chica mala.- dijo de forma tranquila y aterradora haciendo que me estremeciera. El río al instante.- Es broma, eh oído que Joseph te ha dicho así.- mi cara volvió a su color original.

-Oh genial, en ese caso mi nombre es Alexa Red, pero puedes decirme Alex.- extendí mi mano.

-Harry styles linda.- guiño un ojo al mismo tiempo que respondía a mi saludo. Su mano era grande, hacia ver la mía extremadamente pequeña.

-Bien, creo que eso es todo. Adiós Harry.- me dirigí a la calle principal. Sentí como unos pasos venían detrás de mi. -¿eh olvidado algo?- pregunte dándome la vuelta.

-No , claro que no. Olvide comentarlo, vivo a un lado.- Sonrío. - No se porque no te conocia, pero es bueno tener vecinas tan amigables.- se fue.

Tome camino a la puerta de mi casa. Ya ahí voltee hacia la casa de Harry y ahí estaba, recargado en el marco de su puerta sonriendo para después levantar la mano en forma de despedida a lo que yo imite. No se porque, pero creo que ese no fue un adiós por demasiado tiempo.

***
Espero que les haya gustado la introducción de la novela, voten y comenten que les pareció Xx.