Capítulo 10

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Perspectiva de Itachi

Dejé a mi ángel dormido en la cama cubriendo su cuerpo desnudo con una sábana, me vestí con rapidez conteniendo las ganas de despertarla para otra ronda. Ella me volvía loco, no pensé que pudiera hacerme adicto a esa mujer tan inocente. Cuando termine de calzarme los zapatos me dirigí hasta la mesa de noche y tome el cloroformo junto al pañuelo, ella no debía verlo.

Salí del hotel sin dar muchas explicaciones en recepción, debía tratar de regresar antes del amanecer para estar con ella. Mientras conducía hasta Oasis me vinieron varios recuerdos de lo que hicimos horas antes.

Recuerdo

Después de romperle el corazón y que ella se resignará a ser sólo mía termine de quitarle el vestido, el calzado y la ropa interior. Ella evitaba verme a los ojos y sus mejillas estaban sonrojadas, bese su cuello y escuche como gemía, necesitaba oír más ese sonido.

La recosté en la cama, admirando su desnudez, ella se dedicó a ver a otro lado y a tratar de cubrir sus senos. Me puse encima de ella y la besé en los labios, pensé en ser un poco comprensivo con ella e ir lento, pero recordé que ella estaba bajo mi poder y mis deseos eran sus órdenes. Una de mis manos bajo hasta su entrepierna y la roce con los dedos, sonreí al notar lo húmeda que estaba por sólo besarme.

Bajé mi boca hasta sus pezones y empecé a chupar y a morder uno de ellos mientras mi mano izquierda se encargaba de pellizcar el otro. Mi mano derecha estaba muy ocupada estimulando su zona íntima, sus gemidos eran como música para mis oídos. Quise intentar algo nuevo y me levanté de la cama, dejándola confundida y con la respiración agitada.

Busqué en el maletín que había llevado conmigo alguna cosa que me fuera útil y encontré una especie de hilo negro algo grueso, supuse que pertenecía a Kakuzu. Me acerqué hasta Hinata y ella me miro a los ojos, los suyos no se veían como si no le importará que pasará con su cuerpo; a ella le gustaba lo que le estaba haciendo.

Le ordene que extendiera sus manos al frente y ella lo hizo, el hilo dio varias vueltas en sus muñecas y cuando estuvo bien amarrada eleve sus manos por encima de su cabeza y empecé a torturarla.

Mi mano estaba en su entrepierna, mis dedos la penetraban con fuerza mientras yo veía como ella se retorcía del placer e intentaba cerrar sus piernas cuando acariciaba su clítoris. Jadeaba y chillaba de placer cuando acariciaba ese pequeño botón, no aguante y baje hasta su entrepierna para lamerla.

Abrí sus piernas y subí sus rodillas hasta sus caderas para poder tener mejor acceso, mi lengua saboreaba su esencia y mis dientes mordían sus labios inferiores, ella gritaba mi nombre y movía sus caderas en respuesta, deseaba sentir más placer.

Y yo estaba tan deseoso de dárselo, me separe de su húmeda intimidad mientras ella me veía levemente molesta por haberme detenido, busque un condón en la mesa de noche y lo saque rápido del empaque para ponérmelo. Estaba tan ansioso por estar adentro de esa estrecha vagina y que ella no me olvidará después de esta noche.

Me posicione entre sus piernas y la bese en los labios, devorándole la boca para luego penetrarla sin aviso. Ella grito en mi boca y abrazó mis caderas con sus piernas para que pudiera penetrarla mejor. Era delicioso estar en el interior de mi pequeña y me sentía en el cielo, la embestía con fuerza y sus gritos inundaban la habitación mientras sus uñas arañaban mi espalda.

Yo, un simple mortal estaba matando mis deseos carnales con aquel cuerpo tan celestial.

Cuando estuve llegando a mi limite no pude evitar ser sincero con mi diosa.

—Te amo mi pequeña, te amo mi Hinata— dije para luego acabar en su interior y recostarme de su pecho, escuchaba su agitada respiración y sonreí al sentir como sus brazos me acobijaban.

Enfermiza Obsesión (Fanfic de Naruto AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora