Herida

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Este capítulo es "relleno" y no es tan necesario leerlo porque no aporta casi nada a la historia pero tú sabes si quieres leerlo o no.

Abrió los ojos con lentitud y los volvió a cerrar cuando sintió el brillo cegador del ambiente. Pasó unos segundos jugando con sus ojos, entrecerrandolas y parpadeando para acostumbrarse a la luz, abriendo los ojos a un ritmo lento y considerado.

Una vez que pudo abrir bien los ojos, esperó que su visión se aclarara ya que veía un poco borroso y apenas podía distinguir colores.

Sentía su cuerpo entumecido y su cabeza pausada, no podía moverse con naturalidad ya que el sentimiento rígido de sus músculos le advertían del dolor si se llegaba a mover.

Reunió fuerzas suficientes para mover los brazos y cuando lo hizo soltó un bufido de dolor. Su cuerpo le dolía pero los últimos pensamientos de su mente le instaron a levantarse.

Recordaba claramente que estaban en el bosque dónde le tocó una cabaña pequeña separada de los demás porque no quiso decir cuál era su verdadero género y no quisieron ponerla en mujeres u hombres. Una de las tantas actividades que planeaban hacer era el senderismo, subir a una montaña cercana a ver el lugar y disfrutar de un buen ejercicio y una hermosa vista.

Una compañera de otro curso le había pedido ayuda porque su gorra la había lanzado el viento y se quedó atorada en una rama en la orilla y ella tenía una rama larga que había recogido para apoyarse. Aceptó ya que ella siempre ha sido amable sin importar lo malos que pueden ser con ella, aunque hay veces que sí se pasan. Usó su rama que era más alta que ella (y eso que ella tiene bastante altura) para alcanzar el gorro. Pudo sentir un ligero empujón y el aire frío en su rostro. Apenas pudo poner las manos y la piernas en posición para no morir en la caída. Al parecer cayó del borde y había quedado inconsciente.

Podía sentir su sangre caliente bombardear a los lugares donde hacía falta, tal como sus manos con raspaduras profundas, sus rodillas con heridas, su cabeza tambaleante y parte de sus brazos y piernas.

Con las pocas fuerzas que tenía, se acostó de lado para poder analizar dónde estaba, ya que las copas de los árboles no le ayudaba mucho.

A cinco metros vió el gorro negro que se supone que debía recuperar y solo la hizo caerse de un precipicio. Hablando de eso, giró a ver el lado más alto del lugar y se dió cuenta que no había caído tan mal, el precipicio apenas tenía unos metros de altura en vertical y mucha distancia en curva, como si solo se hubiera deslizado... o rodó como pelota en bajada, pero los árboles le daban aspecto que era más alto de lo que quería aparentar.

Lo único que sabía es que le tenían odio pero no creyó que su odio llegaría hasta el punto de intentar asesinarla. Suspiró agotada y miró su entorno para saber su posición.

Había mucha variedad de árboles, siendo prioridad los más altos; estaban en un bosque y varios árboles eran pinos y alcanzaban buena altura, además que recordó que el frío o las lluvias harían presencia (a pesar de que estaban en primavera casi verano). El lugar no estaba tan despejado y hasta podría jurar que solo podías ver a diez metros a la redonda antes de que los árboles taparan la vista. La temperatura del ambiente le dió a entender que ya había pasado más del medio tarde y en una o dos horas anochecería, lo que decía que había pasado todo el día inconsciente al recordar que habían ido a la montaña cerca del amanecer. Miró sus heridas y al darse cuenta que no estaban cicatrizados le alivió porque no había dormido más de un día.

Tenía raspaduras profundas en casi todas las articulaciones importantes, rodillas, codos, muñecas, hombros y solamente los tobillos se salvaron de heridas aunque los sentía falseados, como si se hubiera torcido usando tacones. También tenía heridas profundas y superficiales en músculos importantes, como la palma de su mano, sus piernas, sus antebrazos, y muslos. Y también confirmó que su cabeza estaba herida cuando le dió un mareo y se tocó la cabeza encontrando sangre. Recordaba también que durante su revolcada se había golpeado la cabeza contra una piedra. Fue algo leve pero parece que su dolor decía todo lo contrario.

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