3- Amiga

152 18 2
                                    

-Bueno, ahora tenés una amiga de verdad.- Dijo volviendo a agarrarme las manos.

-Mi primera amiga.- Dije agarrando su otra mano.

Nos abrazamos y se sintió como si estuviera en casa.

Me preguntó si me quería quedar a cenar y yo acepté porque mamá iba a cenar con Pablo en casa y no quería verlo de nuevo.

Su abuela era muy buena, comimos una exquisita sopa que hizo su abuela, reimos mucho las tres durante la cena y la pasamos muy bien.

Me preguntó si me quería quedar a dormir ya que ella iba a pasar toda esa semana con su abuela pero tuve que decirle que no porque mamá seguramente no me iba a dejar.

Antes de abrir la puerta de casa mi cabeza pensó y recordé que había olvidado avisarle a mamá que no iba a cenar en casa esa noche, asique lo que me esperaba era ver la cara de mamá enojada al entrar.

Y dicho y hecho, al abrir la puerta mamá estaba parada frente a ella con los brazos cruzados

¿Se puede saber dónde estabas?- Enfureció.

-Perdón ma, me olvidé de avisarte, me quedé a cenar en la casa de una amiga.

-No me interesa Sara Smith, tenés que avisarme y mucho mas si estamos en una nueva ciudad.

-Tenés razón, no va a volver a pasar.- Dije con la cabeza cabizbaja.

-¿Cómo se llama tu amiga?

-Madison, es mi compañera de banco en el colegio.

-Que bueno hija.- Dijo ablandando su tono de voz, aunque inmediatamente se dio cuenta y lo cambió. -Pero igual sigo enojada, anda a tu cuarto, estás castigada.

-Pero no te enojaste cuando no te avisé que el otro dia fui al bosque.

-No, porque sé que extrañas California.

-Si, la extraño mucho.- En realidad no la extraño ni un poco, pero sé que mamá si la extraña.

-Tengo ganas de volver, para que veas a tu novio y a tus amigas.

-¿Volver?- Repetí intentando camuflar mi preocupación.

-Si, como unas vacaciones.

Sentí como se me ablandó todo el cuerpo. -Pensé que hablabas de mudarnos otra vez allá.

-Eso también me gustaria, pero no ahora, en un tiempo.

-En un tiempo vemos...- Respondí ahora si sin poder ocultar mi preocupación por volver.

Escuché que mi telefono sonó y cuando Lo agarré vi que era Mad asique le atendí.

-Hola Sari ¿Querés hacer videollamada?

-¿Sari?- Pregunté mientras por alguna extraña razón se me formaba una sonrisa en el rostro.

Se rió y dijo -Si, Sari, vos me decis Mad asique me pareció feo seguirte diciendo Sara ¿No te gustó?-

En mi mente estaba pensando lo mucho que me encantó que me haya llamado así, pero no podía decirselo de esa manera o iba a parecer demasiado exagerada e intensa, asique simplemente dije -Si, no está mal.

Sonrió con una sonrisa pícara, como si me hubiera leido la mente y hubiera sabido que dije eso para no demostrar mi verdadero sentimiento, y me preguntó si quería jugar a algo.

Y así nos pasamos toda la noche, jugando diferentes juegos y riéndonos sin parar. También hablamos un poco y le conté la idea de mamá de mudarnos en un futuro a California.

-Me dijo que quería volver a California para que pueda ver a mi novio y mis amigas.

-¿Sos de California?- Preguntó sorpendida ignorando lo que le estaba contando.

-Si, pero ¿Por qué tan sorprendida? Te estoy pidiendo que me digas que pensás sobre la propuesta.

-Esque nunca me habías contado de dónde eras, pero tenés razón, volviendo a lo de tu mamá, ¿Ella no sabe que terminaste con él?

-No, no quiero decepcionarla.

-¿Por qué la decepcionarías?

-Él era el chico más popular de la escuela al igual que yo, también era el más lindo, estabamos hechos para estar juntos segun su familia y la mía y según toda mi escuela. Y creo que si le cuento esto se va sentir decepcionada de que su hija ya no está con el chico más lindo y popular.

-Debe ser muy difícil ser la más popular

-Si, hice dieta toda mi vida para encajar, incluso hasta ahora.-

Me miró con la única cara que detesto que la gente me mire, me miró con cara de pena.

-A veces la gente puede ser muy estúpida.- Siguió.

-Si, a mi de chiquita me hacian bullying, empecé a hacer dieta y me cambié de colegio, ahí me hice popular y siempre me preocupé por mi peso y como me veía.- Aunque odiaba que me mire con cara de pena, no pude evitar llorar.

-Que lástima que estamos en videollamada, porque sino te abrazaría Sari.

-¿¡Con quién estás hablando a esta hora Madison!?- Se escuchó esa voz masculina luego de que Mad haya dicho eso.

Cambió su cara a una de miedo y se quedó callada por un segundo.

-Me tengo que ir Sari.- Dijo con la voz temblorosa y colgó.

No pude evitar quedar procupada después de lo sucedido asique le mandé un mensaje preguntándole si estaba bien pero me clavó el visto.

El Amor A Través Del ClósetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora