Desde que nació, estaba destinado al fútbol. Con un año de edad, tenía suficiente fuerza para patear un balón. Sonreía y reía como si el balón fuese su mejor amigo. El balón que le regalaron sus papás cuando cumplió un año era su primer y único amigo. Con eso era más que suficiente. Gran parte de su vida la pasó en gran soledad (sin contar a sus padres, obvio), pero de todas formas fue totalmente feliz, debido a que tenía la compañía de su querido balón.
Quizás la razón por la que lo adoraba tanto, y por la que tenía increíbles habilidades en ese deporte, era porque cuando tenía justamente un año, ocurrió algo que lo marcó por siempre.
Estuvo apunto de ser arrollado por un camión.
Sus padres estaban preparando unas valijas para subir a un taxi, y él estaba jugando con su querido balón en la acera. Entonces llegó un punto en el que sus padres dejaron de vigilarlo y el pequeño se alejó de ellos. Cuando se dieron cuenta de que había desaparecido, lo buscaron desesperadamente.
El niño pateó tan fuerte el balón que este terminó en medio de la calle. Él caminó hacia el balón, pero oyó un estruendoso bocinazo. Sus papás también lo oyeron, y al llegar al lugar donde estaba su hijo, vieron que un camión venía rápidamente hacia él...
Todo parecía estar perdido, pero un milagro ocurrió: como el niño sostenía el balón en sus brazos, el camión, disminuyendo la velocidad, chocó contra el balón y este absorbió el impacto, haciendo que el niño "volara", y aterrizara sano y salvo en un jardín que estaba en la acera de en frente. Sus padres se sorprendieron por eso, pero juraron nunca más dejarlo solo.
Desde ese día, Tsubasa Ozora se hizo amigo inseparable de su balón.
Hasta sus doce años, recorrió parte del camino llamado vida en compañía de su balón, explorando sus habilidades ocultas. Se mudó de Tokio a Nankatsu, en Shizuoka, donde le esperarían nuevas e increíbles aventuras.
Conoció a Ryo Ishizaki, un niño que quería que su equipo mejorara en el fútbol, y así derrotar al arrogante portero estrella Genzo Wakabayashi. Tsubasa logró anotarle un gol con ayuda de un señor que los fue a observar a la cancha de Nankatsu, quien resultó ser el ex centro brasileño, Roberto Hongo. Genzo lo desafió a un partido de fútbol real. Ambos entrenaron como locos junto a sus equipos, y se enfrentaron en el torneo de los colegios entre el Nankatsu (escuela de Tsubasa), y Shutetsu (colegio de Wakabayashi). El partido terminó en empate dos a dos, fue una increíble oportunidad para cada jugador de dar el máximo potencial, pero no sólo eso...
Ahí Tsubasa conoció a su compañero de oro, Taro Misaki, quien luego se convertiría en su mejor amigo.
Luego surgió el Torneo Nacional de escuelas primarias, y la ciudad de Nankatsu formó una nueva escuadra: hicieron pruebas para encontrar a los mejores jugadores locales de todas las escuelas. De los treinta jugadores seleccionados, entraron todos los grandes jugadores del Shutetsu, incluido, obviamente, Wakabayashi, también Tsubasa, Misaki, Ishizaki, y otros nuevos compañeros.
El nuevo equipo Nankatsu enfrentó todos los partidos regionales y salieron victoriosos. Ahora les tocaba representar a la prefectura de Shizuoka en el verdadero torneo nacional.
En ese torneo, conocieron a grandes rivales: como Taichi Nakanishi, portero del equipo Naniwa, con una enorme capacidad para atajar a pesar de su enorme complexión. Los hermanos Tachibana del equipo Hanawa, portadores de inimaginables técnicas acrobáticas. Hikaru Matsuyama, capitán del Furano, con gran capacidad de liderazgo. Jun Misugi, del Musashi, excelente capitán y con un estilo de juego "majestuoso", capaz de derrotar a cualquiera, y por último pero no menos importante: Kojiro Hyuga, capitán del equipo Meiwa, poseedor de un gran espíritu y agresividad en la cancha.
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𝗚𝗢𝗢𝗗𝗕𝗬𝗘 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗖𝗛𝗔𝗠𝗣𝗜𝗢𝗡 ❱ Capitán Tsubasa ✔
Short StoryUn exitoso jugador de fútbol proveniente de la selección japonesa que dio todo en su vida para lograr su más anhelada meta: ir a Brasil, la nación que dio a nacer a su amado fútbol. Tantos partidos, algunos perdidos, algunos ganados, tantos rivales...