Vampírius

Prólogo

Dentro de un gran castillo en la parte más subterránea del edificio, un grupo de 13 hombres y mujeres cuya edad era incalculable con solo ver su apariencia, vestían como seres de hace miles de años.

Las túnicas oscuras con bordados en oro resaltaban las facciones y los emblemas familiares al que pertenecían cada uno de los distinguidos invitados.

—Las cosas no ha salido bien en los últimos 100 años, las vampiresas difícilmente han logrado concebir y dar a luz sin morir después del parto.

—Cada día los niños que nacen son pocos y su salud es más delicada. Es un asunto de gravedad.

—Gran anciana Su, ¿que nos puede decir de su familia?

La mencionada soltó un gran suspiro. Su familia estaba pasando por una crisis de herederos y de hijas, los niños se estaban muriendo.

—No he logrado que ninguna de mis hijas logre concebir y la más pequeña murió después de dar a luz a mi nieta. No puedo hacer nada.

—Nos extinguiremos a este paso. Ya no importa si son sólo niñas las que recibamos, pero es muy importante que el linaje se mantenga y siga.

—Anciano Zho, la sangre es el problema sumado a que son más los vampiros que mueren a mano de los cazadores. ¿Cuántas familias hemos perdido?

—Ya son muchas y ahora que no atacamos, apuntan a los Nobles y Jerarcas. Los Nobles son más fuertes que los civiles, pero eso no significa que no puedan morir.

Los Ancianos eran un montón de vampiros que llevaban más años andando por la tierra, lo que los ha llevado a ser sabios y con una mente actualizada, dejando de lado o cambiando las costumbres de los antiguos vampiros.

Se juntaban cuando la situación en el mundo de los seres de la oscuridad se tornaba insostenible, las leyes se quebrantaban o se reunían para actualizar una.

En estos momentos la vida de los miles de vampiros pendían de sus manos. La sociedad sufría por la falta de un gobernante con fuerza y liderazgo.

Su Señor enfrentaba un problema dentro de su familia y la falta de miembros masculinos en su línea de sangre lo obligaban a preparar más rigurosamente a quien sería su heredera.

No había tiempo para buscar a un heredero varón que suplantara su lugar.

La muchacha elegida debía pasar por el ritual para ser la nueva Reina y gobernante de los vampiros, pero todavía faltaba mucho para esa noche.

—¿Y no podemos despertarlo a Él?

El silencio reino dentro de la sala. Él.

¿Despertarlo?

—¿Cuántos años pasaron desde que se durmió?

—Ya van para 567 años.

Una de las ancianas lo pensó con mucho cuidado.

—Despiértenme solo cuando sea necesario.

Había sido una orden y, ¿se podría considerar este asunto como "necesario"?

—No es fácil despertarlo. Debe ser algo sumamente importante, además de que estará muy sediento.

—Debemos reunir la mejor sangre para su despertar, yo sugiero que cacemos algunos cazadores y los ofrezcamos.

—No es mala idea, pero recuerda que él es muy exigente con su comida.

—La verdadera pregunta es: ¿cuántos humanos vamos a necesitar para saciarlo?