Imps, Hellhounds, híbridos y toda clase de Overlords o príncipes, sin contar el resto de tipos de demonios o variaciones. Pero hoy no nos concentraremos en eso, hoy tendremos que ver como nuestro querido nuevo pecador busca la sede I.M.P o Immediate Murder Professionals. Después de todo, acababa de morir, o para ser mas especifico lo acababan de asesinar, así que si, lo mas probable es que quisiera algo de venganza hacia ese malagradecido hijo de puta que lo había matado.
¿Qué si la venganza no es correcta? bueno, para empezar, si fuera un santo ¿no estaría aquí no es cierto? así que, al carajo las buenas acciones, que quisiera vengarse recién llegado al infierno le daba puntos extras por resentido.
Se dice que cuando una persona muere y es juzgado como un pecador, una vez llegada al infierno su cuerpo termina transformándose relacionado a lo que le asustaba en vida. Bueno, la Sra. Mayberry ciertamente podría confirmarlo.
El nuevo aspecto de este reciente pecador consistía en un tipo de zorro-antropomorfo de pelaje blanco nieve con ligeras manchas negras dispersadas en todo su cuerpo, su hocico era largo y contaba con dientes filosos, su nariz totalmente negra. Sus ojos con esclera negra y su iris era de color amarillo quemado.
No contaba con pelo o cabello como lo tenia en su anterior vida, mas bien su cabeza carecía de un tipo de cabello humano, mas no de no haber nada ya que tenia su pelaje por todo su cuerpo. Su cuerpo era ligeramente fornido, Piernas digitígradas y fuertes, brazos con unas garras poderosas en ellos, una cola tupida y de aspecto esponjoso, en su oreja derecha contaba con 3 aretes tipo expansor que iban escalando de numero, cerca a su cráneo se encontraba el grande, un numero 8 y mientras subía por el borde de su oreja disminuía a un 6 y por ultimo a un 4.
Su atuendo consistía en una chaqueta de cuero entre abierta con una capucha, su interior estaba hecho de una tela delgada de color gris, acompañada por una camisa roja de cuello redondo, pantalones tipo jogger blancos que le llegaban donde terminaba su radio/cubito, sus patas se encontraban sin ningún tipo de calzado, dejándolas al aire libre con sus garras a la muestra.
El sabia que a casi nadie la deban miedo los zorros, después de todo se les veía como un animal muy hermoso, sin embargo el no tuvo exactamente una buena experiencia con estos cuando niño, pero eso era algo para otro momento, prefería no contar ni recordar nada de esa vez.
Así que, volviendo al tema en cuestión, me empecé a dirigir al edificio de aspecto... ¿Único? en el cual se suponía, se encontraba una agencia de asesinatos. Había visto el anuncio unas calles atrás en un poste y viendo que estaba cerca decidió echar un vistazo, después de todo, solo perdería algo de tiempo buscando a alguien para llevar a cabo su venganza.
El edificio contaba con varios pisos, sus cristaleras eran negras, parecidas a un cristal polarizado, los lados del edificio contaba con una decoración de unos cuernos con rallas negras y blancas intercaladas, el techo tenia un estilo oriental, por cada esquina se encontraba una hilera de filosas cuchillas apuntando para arriba.
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