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Cuanto más oscura es la noche, más brillantes son las estrellas. Cuanto más profundo es el duelo, más cerca está Dios.
-Fyodor Dostoyevsky

01 de Enero 2020.

Se sentía extraño no tenerte a aquí a mi lado, no haberte dado un abrazo al despedir el año viejo.
Pude sentir mi corazón oprimirse, este era la primera vez que no estaríamos juntas un año nuevo, era la primera vez de muchas.

No voy a negar que aveces esperaba que pasarás por la puerta de la cocina, que abrieras el refrigerador para hacer de comer. Esperaba tanto verte llegar y no lo hacías, ¿En qué momento yo lo aceptaría? ¿Cuando es que deja de doler tu ausencia?

Aveces al mirarme al espejo, no me reconocía, mis ojos no brillaban, ya no sonreía. Me sentía apagada, vacía, sentí que me perdí justo cuando tú te fuiste.

Lloraba en mi soledad y aún así te sentía junto a mi, recibía muchas palabras de aliento, palabras vacías que ni de cercas me hacían sentir mejor, nadie me comprendía, nadie sentía mi dolor y aún así, aún así yo era fuerte por todos. Dolía ver qué cuando yo necesitaba desahogarme no había a quien pudiera contarle, con quién llorar.
Todos necesitaban de mi, pero y cuando yo necesitaba de ellos, ¿Dónde estaban?

¿Acaso fingía tan bien haber avanzado?

Dolía levantarme cada mañana, pensar en ti, dolía respirar. Dolía cada parte de mi ser.

Me haces tanta falta, todo de ti, había pasado tan poco y para mí se sentía como volver a vivirlo día con día.
Cada día que pasaba me culpaba de no tenerte a mi lado. Había noches que no dormía.
A este punto, ya estoy tan cansada mamá, por más que buscará fuerzas no las encontraba. De haber sabido que tú muerte dolería tanto debí haberme preparado mejor, debí haberte disfrutado más, si yo hubiera sabido que te irías pronto te habría abrazado más fuerte esa última vez, habría dormido contigo cuando pude. Si yo hubiera sabido que te marcharías me hubiera quedado contigo, te habría mirado más para grabar tu rostro en mi mente.

Si yo hubiera sabido me habría quedado contigo,  habría hecho tantas cosas pero la muerte es así, un día llega y te arrebata a esa persona que tanto amas, y en esta ocasión fuiste tu mamá.

Te fuiste y aún no se cuando nos volveremos a encontrar.

Con amor, tu hija.

Cartas al cielo (Bilogía Más Haya De Tu Muerte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora