Actualidad.
Yendo por el ruidoso pasillo donde absolutamente todos tenían conversaciones se movía con pereza, de pronto todo el lugar se quedó en silencio luego de que uno de los "matones" —como solía llamarle a aquellos abusadores de su escuela— gritó preguntando quien era So Moon —a quien ella le llamaba "lisiado"—.
En el pasillo se abrió un gran espacio donde se pararon los matones y el lisiado, ese muchacho que tanta curiosidad le causaba se había puesto a dar palabras reflexivas sobre el bullying que le hacían al resto de los estudiantes.
Soltó una risa bajita, algo que nadie escuchó:—Se creía el defensor de los estudiantes, viste —susurró.
La chica se abrió espacio entre los alumnos y pasó en medio de ambos rivales, siendo seguida por la mirada atenta de todos los presentes, abrió la puerta de un salón y entró cerrando esta misma.
Al estar sentada en su lugar seguía escuchando las palabras que eran emitidas desde afuera, de la nada, la ventana del salón se rompió, eso sólo significaba una cosa: el matón había tirado a Moon contra la ventana.
Pero nada de lo que pasara afuera le importaba. Sacó sus audífonos del bolsillo de su abrigo, se los puso y se acostó a dormir sobre la mesa.
Dormía plácidamente en su pupitre, con su mano derecha extendida con la palma hacia arriba.
La clase de química era realmente aburrida.
Unos toques tímidos en su mano la despertaron, con la mirada cansada miró al causante de aquel tacto.
So Moon era quien la estaba tocando, con una expresión de... ¿Cómo describirlo? era algo así como alerta.
—Señorita Jung ¿está prestando atención? —preguntó el maestro.
—Claro que si, profe —saltó de su lugar.
—¿Entonces podría responder la pregunta? —señaló el tablero donde habían miles de cálculos.
Ni idea de en que momento habían pasado de un tema a otro.
Miró con detenimiento el tablero, haciendo cuentas cada que miraba las diferentes cosas. Con seguridad dijo la respuesta, debía aparentar que al menos sabía dónde estaba parada.
—Muy bien, muchas gracias.
Ella movió la cabeza ligeramente y sonrió un poco:—De nada.
—Eun-bi —la llamó Moon provocando que se detuviera y apartara la vista de su libro.
—¿Necesitas algo?
—Debes venir conmigo.
Cuando iba a responderle con un comentario sarcástico, él le mostró su mano, así que terminó asintiendo.
Desde que llego a esa escuela se había interesado inmediatamente de Moon, su compañero de clase que se sentaba delante de ella. Ella usualmente no se interesaba por nadie, pero, al ver los puntos en sus manos y saber que era un cazador ese interés había aparecido sorpresivamente.
—Perdón por llegar tarde —se disculpó el chico entrando en el restaurante de fideos, siendo seguido por la joven.
Tres personas se hicieron presentes en la entrada, una mujer algo mayor, un adulto y una joven.
—¿Quién es ella? ¿es tu novia? —la mayor sonrió algo ilusionada.
—No —negó la chica con una cara seria— Soy una cazadora, y estudio con él.
La expresión del hombre no demostró más que sorpresa:—¿Otra cazadora?
No puedo creerlo, ni sabían.
—Se supone que nosotros éramos los únicos en esta zona.
—Por eso, eran.
—Nunca nos dijeron nada sobre ti.
Eun-bi asintió repetidas veces:—Yo si sé sobre ustedes. Desde hace varias semanas debía venir aquí y hablar con ustedes, pero me dio pereza y me dedique a observarlos.
—Do Ha-na, Ga Mo-tak y Choo Mae-ok ¿verdad? —los miró al pronunciar sus nombres— mucho gusto, soy Jung Eun-bi, y, según Chin-mae seré parte de su equipo —esbozó una diminuta sonrisa.
—Bienvenida al equipo, Eun-bi —Mae-ok le sonrió con... cariño. Se había sentido acogida con eso...
Moon se le quedo mirando, dedujo que era porque sonreía, después de todo, desde que había ingresado en esa escuela su rostro no demostraba sentimiento alguno.
—¿Cuáles son tus habilidades? —le preguntó Ha-na.
—Telequinesis y control de sombra.
—¿Tienes dos? —Moon la miró sorprendido.
—Si.
—¿Por qué? —volvió a preguntar.
—No sé —supo que su compañero era de esos que preguntaban cosas que ni uno mismo sabía.
—Deberíamos de ver que puedes hacer —propuso Mo-tak ganándose un codazo de la mayor— ¿que? debemos saber más de la nueva.
Observó al cuarteto tirado en el suelo, habían perdido el combate que Mo-tak propuso.
—Es buena —rodó los ojos el hombre.
—¿Cuánto tiempo llevas siendo cazadora? —le preguntó Moon.
—Tres años.
—Impresionante.
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𝗡𝗨𝗠𝗕 ||The Uncanny Counter||
Fiksi PenggemarDomde son mpleados de un restaurante de día, cazadores de demonios de noche. O Donde estos espíritus malignos poseen a los humanos que han cometido asesinatos o tienen un fuerte deseo de asesinar, aumentando su deseo de matar y consumiendo finalment...