𝐒𝐄𝐀𝐒𝐎𝐍 𝐓𝐖𝐎

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𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄

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𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄.
"Todo final, indica un comienzo."

"Las mariposas cuando están tristes aún vuelan

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"Las mariposas cuando están tristes aún vuelan."

— Tranquilo amigo, ella estará bien

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— Tranquilo amigo, ella estará bien.

— Es que no sabré como vivir si ella se va, Lorenzo. Raffie es todo para mi.

Ambos se pusieron de pie cuando el doctor salió, informando que podrían entrar a donde la adolescente de catorce años se encontraba dormida. Jules había volado ni bien se enteró del accidente que tuvo su pequeña hermanita.

Los Leclerc estaban allí, cuidándola. Hasta que Jules, Valen y los tres hermanos entraron para verla.

— ¿Porque no vamos a comer algo?— preguntó Lorenzo intentando llevarse a Lando y Arthur de allí un rato, al menos hasta que Jules se tranquilice.

— Ella estará bien.— exclamó Valen tomando la mano de Bianchi.

— Lo se, Tina.— Jules la abrazó y le dio un beso en la frente.— Me siento mal de no haber estado aquí cuando paso.

— Pero estábamos nosotros.— argumentó Charles.— Nunca dejare a Boo sola.

— Lo se, por eso quiero pedirles un favor a ambos.

Los dos miraron a Jules con incertidumbre.

— Si así algún día llego a faltar. Si no estoy, muero o cualquier cosa que pase... necesito que ustedes cuiden a mi Raffie. Porque ella es todo para mi, todo me importa y ustedes saben muy bien que yo soy lo único que tiene.

Jules suspiró con fuerza.

— No me iría en paz, sabiendo que deje a mi Raffie sola. Necesito que alguien en quien confíe la cuide y la ayude a ser quien quiere ser.

— Nunca voy a dejarla.— susurro Valen.— Lo prometo.

— Ella es... es mi hermanita. Nunca la abandonare. Pero tu no te irás, tienes que verla.

Rafaela había tenido un accidente un tanto serio, había terminado inconsciente y trágicamente para Jules tuvo que ser trasladada de urgencia a un hospital porque no reaccionaba.

Lorenzo se había llevado a los menores, dejando a Jules solo con su hermana.

— Hola mi Raffie.— susurro Jules acariciando la mejilla de su hermanita cuando abrió sus ojos. Aquel momento el alma de Bianchi volvió a su cuerpo al saber que su pequeña estaba bien.— ¿Como te sientes pequeña?

— Como si me hubiese aplastado un elefante.

Jules río.— ¿Que obsesión tienes con los elefantes?

— Los amo.— musitó sonriendo levemente.— Quiero conocerlos algún día.

— No te preocupes por eso, yo te llevaré a que los conozcas.— aseguró sonriendo.— Veremos juntos muchos elegantes.

— ¿Lo prometes?

— Lo prometo. Tu debes prometerme algo también.

— ¿Que cosa?

— No puedes morir.— musitó pasando su pulgar por la mejilla de Rafa.— No tan joven.

— Todos los dicen, siempre pasan estas cosas.

— Si, siempre.— asintió.— Pero tú tienes que ser la excepción a la regla, ¿Escuchas? No puedes morir joven, porque tienes mucho porque vivir.

La castaña observó con cuidado.

— Tienes que crecer, enamorarte, casarte... tener hijos.— río levemente.— Ganar un campeonato, y correr con tu hermano, que va a estar viejo pero seguirá molestándote.

— Seguirás cuidándome.— Jules asintió.— Vas a llevarme al altar el día que me case con Lewis Hamilton y lo amenazaras.

— Si, porque ni Lewis Hamilton se salvará de un hermano celoso.— Rafa soltó una carcajada que provoco que su cuero doliera.— Con cuidado.

— Pude haber ganado.

— Da igual, ganar o perder. Siempre tendrás esas cosas, y aunque piensen lo contrario uno tiene que medir riesgos, porque detrás tuyo hay personas que te aman y que no sería lo mismo sin ti. Siempre tienes que volver a casa con las personas que te aman, mi Raffie.

— ¿Crees eso?

— ¡Por supuesto!— exclamó sonriendo.— ¿Quien se casará con Lewis si tú mueres?

— No puedo permitir que eso pase.— Jules río ante la seriedad de Rafaela.

— Ni que tu hermano muera de tristeza, porque eso pasaría si te pierdo.

— Y si yo te pierdo, perderé todo.— Jules borró su sonrisa.— Se que tengo los Leclerc y a los Norris, pero tu eres todo para mi, así que te prohíbo que mueras, ¿Entiendes?

— Descuida, Raffie. Tendré 90 años y te seguiré molestando cuando manches tus camisas blancas.

— ¿Lo prometes?

— Lo prometo, siempre estaremos juntos.

𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄, Formula 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora