Ansias

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Una desesperación incontrolable estaba en cada parte de su cuerpo; desde sus manos inquietas, su garganta insaciable y todas sus extremidades que se movían sin control como si buscaran algo.

Ambos sabían lo que esa sensación significaba y a lo que sus cuerpos se estaban preparando.

Sarada estaba aferrada la parte baja y anterior de la cabeza de Shikadai mientras lo besaba, el aire comenzaba a faltar lo que solo desesperaba más, pero aun así sentía que debía aferrarse a ese beso con todas las fuerzas de voluntad que podía.

Shikadai pegaba su cuerpo contra el de Sarada lo más que podía, estaban totalmente pegados y seguía sin ser suficiente, aquellas telas que había entre ellos estorbaban.

La presionaba contra el sofá y sentía unas ganas inmensas de comenzar a saciar todas sus ansias, pero el sonido de alguien bajando las escaleras y el empujón de Sarada que lo hizo caer a un lado lo regreso a la tierra.

En cuestión de segundos comenzó a controlar su respiración y puso un cojín cubriendo su entrepierna para ocultar la erección, aunque para cuando Itachi había llegado su respiración aun no estaba calmada.

¿Eh? ¿tu novio sigue aquí? —preguntó Itachi al ver a ambos en el sofá— papá fue muy claro "nada de Shikadai después de las nueve" —recordó Itachi con el seño fruncido y el dedo índice alzado.

Cuando Sarada dijo que sus dos padres estarían fuera de la aldea esa noche pensó que se podría aprovecharse de eso, había olvidado que su querido suegro Sasuke Uchiha tenía muy bien entrenado a su hijo menor para repelerlo.

Vete a dormir Itachi —ordenó Sarada poniéndose de pie. Ella si que había vuelto a la normalidad en segundos, excepto el leve sonrojo que había en sus mejillas.

Shikadai aun sentía su respiración acelerada, que el corazón se le saldría del pecho y a su amigo palpitando.

Shikadai ya se va, tú sube a tu habitación

Itachi solo asintió y siguió las órdenes de su hermana.

Shikadai se puso de pie y sujetó a su novia por la cintura atrayendo su cuerpo.

¿Vamos a tu cuarto? —le susurró Shikadai al oído mientras sonreía travieso, tenía más de mil planes para esa noche.

Sarada alejó el rostro de Shikadai de su oído.

Otro día, Itachi es demasiado leal a mi padre para guardar secretos si nos llega a descubrir...

La boca de Shikadai se frunció, pensó en varias estrategias en las que el niño de cabello rosa no pudiera descubrirlos, pero al apenas abrir la boca para hablar Sarada puso su dedo sobre sus labios indicándole que guardara silencio.

Luego te lo voy a recompensar, te lo prometo —Sarada arrastró a Shikadai hasta la salida y al abrir la puerta le dio un pequeña empujón para que saliera— por ahora no se puede. Buenas noches, te quiero

Antes de que pudiera responder Sarada cerró la puerta para evitar la insistencia de su novio.

Shikadai dio media vuelta y comenzó a caminar resignado hasta su casa aguantando sus ganas de meter la mano en sus pantalones.
Tendría que resolver su situación llegando a su habitación, solo esperaba que sus padres no estuvieran esperándolo para que no notaran nada "extraño" en él.

La próxima se las cobraría.

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Ese algo eléctrico que despertaba en él al ver a la integrante del equipo 7 totalmente sudada y con la piel brillante lo volvería loco en cualquier momento.

EMOCIONES || ShikaSaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora