Capítulo 12

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Perspectiva de Hinata 

Me encontraba en mi habitación mirando el techo, no sabía cuánto tiempo llevaba haciéndolo, en mi mente se repetían una y otra vez las imágenes de lo acontecido ese mismo día.

Había amanecido en la misma cama que Itachi-san, descubrí que Sasuke sólo sabía hacerles daño a las chicas y lo más reciente... asesiné a Sakura Haruno y no me arrepentía de ello. Es más, no sentía nada, me había quedado vacía y es que eso se debía a lo que sabía, a pesar de haber eliminado a la competencia, Sasuke ya no volvería a ser mío.

Cerré mis ojos, suspirando, mientras recordaba lo que había pasado después de clavarle ese cuchillo de cocina en el pecho.

Recuerdo

Observe como soltaba su último aliento y me deje caer en el suelo, estaba agotada y no era para menos, jamás en mi vida había golpeado a alguien y esa adrenalina me hizo sacar fuerza que no creía poseer. Me desconocía, ¿A dónde se había ido la Hinata dulce y abnegada? Al parecer había muerto y en su lugar salió un monstruo cruel y egoísta, que no le importaba asesinar para quitar del camino a una chica inocente. Empecé a llorar sin poder evitarlo, no me sentía mal por ella, estaba llorando por mí y por la pena que me daba haberme convertido en esto.

El Sol se estaba ocultando y esto me hizo reaccionar, debía eliminar la evidencia si no quería pasar el resto de mi vida en la cárcel, me levante y me odie al darme cuenta que no tenía ni idea de que hacer ni donde esconder el cuerpo.

Fui hasta el baño y me lavé las manos con el agua fría, procurando borrar cualquier rastro de ese líquido de mi piel, pude ver como la sangre bajaba por la blanca cerámica y desaparecía, ojalá esto fuera tan fácil de resolver.

De pronto, una voz siseante en mi cabeza empezó a hablar:

Hina-chaaan, lo que debes hacer es llamar a tu prometido. Él te ama, haría cualquier cosa por ti, hasta sacar la basura jaja.

Negue repetidas veces, no podía meter a nadie en esto, mucho menos a Itachi-san. Ya encontraría la manera de deshacerme del cuerpo.

No seas tonta, ambas sabemos que Itachi-kun está metido en asuntos turbios, recuerda esa camioneta y lo aterrador que era su compañero, puede ayudarnos y sacarnos de este problema antes de la medianoche para que puedas estar con Sasuke en tu habitación, piénsalo. No tenemos muchas opciones.

Era realmente tentador, aunque me esforzará en creer que Itachi-san era buena persona las cosas que habían acontecido últimamente me demostraban lo contrario, de todas formas, no podía negarme teniendo en cuenta mi nula experiencia en eliminar pruebas de un crimen. Así que antes de que me diera cuenta ya estaba llamando a mi prometido, tratando de callar a la pequeña voz que me decía que debía entregarme, que debía asumir las consecuencias de mis actos.

No quise explicarme mucho por teléfono, sólo le dije que estaba en casa de Sakura y que necesitaba ayuda para limpiar un gran desastre, él me entendió a la perfección y me pidió que lo esperará, que no me asomara por ninguna ventana y que llegaría en breve.

Después de eso recuerdo claramente que había llegado él junto a Kisame-san, ambos usando esa chaqueta tan característica de nubes rojas y me miraron de pie al lado de lo que alguna vez fue Sakura Haruno, el de piel azulada soltó una risa y murmuro algo sobre el tipo de prometida que tenía Itachi-san, este ni se inmuto y me tomo del brazo para llevarme a una de las habitaciones, cerrando la puerta detrás de él y pude notar que tenía un par de guantes negros puestos.

-¿Has hablado con Sasuke?- pregunto y sus ojos se volvieron rojos, trague grueso, se veía realmente amenazador.

-Quiere hablar conmigo en persona, pero yo no estoy segura. Siento que después de lo que presencie esta mañana él no merece que le dirija la palabra- rogué a los Dioses que me creyera.

Se mantuvo callado observándome y decidió preguntar: -¿Te gustó hacerlo?

No me esperaba esa pregunta y no sabía cómo responderla, las sensaciones que me provoco golpear y posteriormente, asesinar a la pelo de chicle jamás las había sentido. Me había hecho sentir poderosa, capaz de cualquier cosa, por un momento hasta la ví más pequeña que yo y eso me gusto. Asentí levemente, él no quiso preguntar más y abrió la puerta de la habitación, para luego escuchar un eructo proveniente de Kisame-san.

-Puedes irte, mantenme informado sobre cualquier decisión que tomes.

Asentí nuevamente y salí de la habitación alejándome de él, procure no ver a la cocina, algo me decía que no vería nada agradable.

Tome un taxi y en menos de lo que esperaba ya estaba en la mansión, al entrar agradecí internamente que a esa hora mi padre estuviera en la empresa y mi hermana se haya ido a un viaje con su curso ese mismo día.

Me encerré en el baño y duré bastante tiempo dejando que el agua fría cayera en mi piel, buscando expiar mis pecados.

Fin del recuerdo

Tantee mi cama buscando mi teléfono y lo desbloquee para ver la hora, eran las ocho y media. Me levanté con desgano y salí de la habitación para dirigirme a la cocina, buscando que podría comer. En el frutero reposaban unas manzanas así que tomé dos y subí a mi cuarto, dándole varios mordiscos a una de ellas por el trayecto.

La mansión estaba silenciosa, las empleadas ya debían estar durmiendo y mi padre por lo visto no regresaría ese día de la oficina, suspire de alivio ante eso.

Me deje caer en mi cama, me tocaba esperar a Sasuke despierta, conociéndolo llegaría entrada la media noche.

Perspectiva de Sasuke

Le envié ese mensaje a Hinata esperando no recibir alguna negativa de su parte, debía hablar con ella y aclarar las cosas.

Me negaba a aceptar que Itachi y ella se habían acostado, estaba seguro que él había utilizado algún truco para que ella acabará en su cama.

Ella me respondió con un simple: "Vale, te estaré esperando mi amor." Así que me dedique a realizar algunas tareas que tenía pendientes hasta que fuera la hora de ir hasta la casa de mi Hime.

Escuche a Itachi llegar, no valía la pena preguntarle nada a él porque posiblemente me mentiría, así que sólo contaba con la versión de Hinata –la cual me parecía que sería la real-.

-Me sorprende que no estés en casa de la pelirrosa engañando a tu novia, ototo- volteé y lo vi parado en la entrada de mi habitación, odiaba su rostro tan cínico, apreté los dientes para no caer ante sus provocaciones y seguí resolviendo ese problema de física, él al notar que lo estaba ignorando sólo rio y soltó una frase al aire: -Si yo fuera tú, iría a ver cómo está mi amante.

Abrí los ojos de manera exagerada y voltee de nuevo para preguntarle a qué se refería, pero se había ido, así que tome mi teléfono y marque al número de Sakura. Cayó en la contestadora inmediatamente, me levanté de mi escritorio y salí corriendo de la casa, teniendo un mal presentimiento y rogando que, al llegar a casa de Sakura, ella sólo estuviera dormida con el teléfono apagado. 

Enfermiza Obsesión (Fanfic de Naruto AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora