Esta noche eres mío

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El corazón de Adrien latía rápido, casi fuera de control, sus manos sudaban frío y algo en sus mejillas comenzaba a arder. Adrien no recordaba haberse sentido tan nervioso desde su primer espectáculo de esgrima, al que asistió su padre.

Y ahora, casi 7 años después, una vez más sintió que el corazón se le iba a salir de la boca. Todo comenzó una lluviosa mañana de viernes, 12 de febrero, cuando, a regañadientes, se decidió que Adrien formaría equipo con Juleika Couffainer en una tarea escolar.

No tenía nada en contra de la chica, por supuesto. A pesar de ser tímida y bastante retraída, era una buena chica de la que Adrien podía decir que era un buen amigo. El problema era que Adrien tenía prohibido recibir visitas de sus compañeros, a pesar de que era un proyecto escolar, los únicos que habían obtenido permiso del Senhor Agreste para ir a la mansión habían sido Nino y Marinette, con quienes simpatizaba Gabriel, aunque poco.

Por ello, la obra se iba a realizar en casa de la chica Couffainer. Y ahí estaba el problema. Para ser más precisos, allí vivía el hermano gemelo de Juleika, Luka Couffaine. Adrein lo había conocido hace un año, y desde entonces, la melodía en su voz al cantar no había salido de su calabaza, antes de darse cuenta, estar en presencia de ese músico hacía que su corazón crepitara y se volviera inquieto.

Adrien no entendía por qué apenas podía hablar cuando estaba frente a él, por lo que optó por evitarlo a toda costa. Pero ahora, el destino parecía querer jugarle una mala pasada, pues en ese preciso momento, se encontraba con su compañero de clase en su limusina rumbo a la casa de los Couffainer.

Después de unos minutos llegaron, y casi como si los hubiera estado esperando, allí estaba él; Luka Couffainer, sentado afuera de la casa tocando la guitarra, su cabello negro cepillado teñido de azul caribeño en las puntas ondeando al viento. Sus dedos recorrieron las cuerdas de la guitarra, sus labios amistosos se curvaron en una sonrisa.

— Hola, hermanito.

— Bienvenida de nuevo Juleika, y...— Al identificar al chico junto a su hermana, Luka abrió una sonrisa encantadora. — Adrien, me alegro de verte. — el chico dejó la guitarra apoyada y se fue hasta el rubio.

— H-Hola, Luka...

— Extrañaba tu linda carita. —
bromeó el goteo azulado en el hombro del Agreste, Adrien se sonrojó al sentir que el perfume amaderado de Coufainner era el perfume de la línea Agreste para la que fue modelo.

— Luka, no lo molestes. — Juleika palmeó a su hermano en el hombro.

— Es raro verlo sin Chloe o Marinette en su cola, quiero disfrutarlo cuando pueda tenerlo todo para mi. — sonrió el músico. Era precisamente esa combinación de juguetón, encantador y coqueto lo que lo hacía irresistible.

— No está aquí por ti, vinimos a estudiar.

— Bien, bien... No los molestaré. — el chico retiró su brazo del hombro y de Adrien y escondió sus manos en el bolsillo de los pantalones de ginebra medio rotos. Antes de volver a sentarse y mirar de nuevo, el Coufainner miró por encima del hombro al iris esmeralda y sonrió una vez más. — No te vayas sin despedirte, Adrien. — él susurró.

— O-oh por s-supuesto...

A pesar de la aprensión de Adrien, la tarde había ido bien, Luka no había aparecido en la habitación, por lo que Adrien pudo concentrarse en la tarea con facilidad, y antes de darse cuenta, la tarde había terminado y había llegado la noche, iluminada por la luz. luna.

— Yawn.....— bostezó la chica. — Podemos terminar amaña, ¿qué te parece? — sugirió la de mechas violetas.

— Oh claro... Llamo a mi chofer.

Combien Je Te Veux - Lukadrien One-shot +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora