______ Declaración arruinada.

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Shura se dirigía las manos a la cabeza buscando calmar su dolor de cabeza. Se sentía bastante estresado viendo que en todo el día que ha querido decirle al Santo de Dragón que lo amaba  este se veía interrumpido.

Nunca creyó que tendría está clase de problemas encerrados en un santuario. La última vez el viejo maestro Dohko de libra había acaparado la atención de Shiryu, informándole que le había llegado una carta de una muchacha que el no conocía pero que estaba preguntando por Shiryu.

Lo que había peor la situación ya que hacían a Shura rabiar en celos viendo la sonrisa de felicidad que tenía Shiryu al ver la carta, tenia la idea que le ganaron. El quería tener a Shiryu cómo su compañero y amante.si bien no podía decir que se conocieron de la mejor forma, de la cuál en su mente había un deje de arrepentimiento, tampoco no podía cambiarlo, en parte, porque sería negar que su encuentro fue necesario.

Algo que tenía que pasar, y que les ayudo a los 2 cómo Santos y hombres.

Sabía que Shiryu confiaba en él,  y agradecía por haberle confiado su técnica principal. Eso le daba confianza para buscar decirle que lo amaba.

El era un gran hombre que lo había cautivado, con esta noticia no era raro el pensamiento que antes de conocerse Shiryu ya haya cautivado a otra persona, una mujer en este caso. Sabía que los chinos tampoco veían muy bien las relaciones entre hombres.

Por otro lado, Dohko no pensada así. El durante un momento llegó a comentar sobre una vieja relación que tuvo hace años con un santo de oro, una ves regreso a vigilar su templo como Santo de libra, luego de percatarse de las relaciones de algunos. Le habían puesto nostálgico al recordar a sus compañeros.

Bien, eso significaba que había tenido hombres en sus amantes durante sus 200 años de vida. Más sumado a los entrenamientos para Santos eso le daba un aliento de que tenía oportunidad, pero seguía el problema de que no sabía quién era esa mujer, o que tan importante era para Shiryu.

Corría peligro pero a su vez sabía que tenía posibilidades de salir triunfante cómo el hombre enamorado qué era. Y el que no apostada, no ganada después de todo. Si no retrocedía nunca al pelear tampoco lo haría al declararle a un hombre que lo amaba. Si iba a ser rechazado al menos se no se quedaría de brazos cruzados.

Tenía que buscar a Shiryu una vez más, e intentarlo. De tenerlo que agarrar y llevárselo consigo para tener privacidad lo haría.

Su primer intento fue ir al templo de libra dónde estaba para su sorpresa solo estaba Dohko. Le informado que Shiryu se había ido con sus compañeros Santo de bronce hace como media hora.

Por un momento Shura considero preguntarle sobre la misteriosa chica, pero no quería que eso le viera ideas a Dohko y terminaran interrumpiéndolo una vez más. Así que solo dio un paso en alto y se fue a buscarlo con la escusa de que, ahora que Shiryu podía usar la técnica de capricornio queria enseñarle algunas habilidades de estás.

Para su fortuna Dohko le creyó.

Le costó un rato, pero al encontrarlo noto que Shiryu estaba con Ikki y Hyoga en un entrenamiento con Aldebarán y DeathMask. Más fácil para el, Death junto a Aioros y Aprhodite sabían que le gustaba Shiryu, por lo tanto fácilmente pudieran ayudarlo a llevarlo consigo a un lugar más privado.

- Shiryu. - Cómo un preámbulo en señal de interrupción, alzó la voz llamando la atención de sus compañeros, Shura termino saltando para caer junto al Santo de Dragón. - Te he estado buscando.

- Shura. Ahora que lo pienso has querido hablar conmigo todo el día. Lamento no haber podido escucharte.

- Descuida. Entiendo que andas ocupado, no negare que si me frustró, pero ahora quiero hablar contigo. ¿Me acompañas?

Apenas dijo eso, el Santo de cáncer abrió la boca de modo que Shura no sabía si agradecerle o molestarse por esa clase de atrevimientos y por haberle confiando sus emociones.

- ¿Aún no le has dicho nada? Que mala suerte. Lo que la cabra quiere es estrenar el filo de su espada contigo. Está enamorado de ti.

- Malnacido. - Rápidamente se quejo. Hyoga e Ikki no sabían que responder, solo asestaron a sostener una exclamación. Bueno, eso Hyoga, Ikki estaba al borde de reírse. - Uhmm... Si Shiryu, tu me gustas, pero no quería decírtelo así.

- Mejor agradecerme o no le hubieras dicho nada. - Shura haría eje DeathMask no existe por un rato. Tal ves unas 2 horas.

Volviendo al Santo de dragón, este se quedó pensando por un momento. Vaya que Death había empeorado la situación, aunque s menor escala. Pero aún con eso, podía responderle.

- La verdad tengo que volver a China por un tiempo. Si quiero salir contigo, pero será cuando regresé.

- Gracias. ¿Eso significa que te vas hoy no?

- En la noche. Iré a visitar a una vieja amiga. Cuando eso pase soy todo tuyo.

- Aprovecha Shura que tienes suerte. Ese chico es un nudista profesional. En nuestra pelea era deleitable verlo sin ropa, lastima que no es mi tipo. Si no te pido un... ¡Bájame! - Haciéndoles un favor, Aldebarán se llevó a DeathMask cargado sobre su hombro. Vaya, que este hombre sabía ser inoportuno.

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