Eran las cuatro de la tarde y Katsuki había pasado todo el día encerrado, escondido en su nido. Sin duda, su tiempo hubiera sido mejor empleado atando cabos sueltos antes de su celo. El refrigerador estaba casi vacío y había una semana de tareas que completar. Aun así, Katsuki no se molestó en preocuparse.
El omega estaba en mal estado. Todas las típicas características de su personalidad habían sido sofocados por la desesperación. Letárgico y desanimado, Katsuki, sin saberlo, había dedicado horas a mirar las paredes de su dormitorio. ¿Cuál fue el motivo de tan patético despliegue de melancolía?
Una puta ruptura.
Katsuki se había dicho repetidamente a sí mismo que no se trataba del alfa, era el principio de todo ¿Quién carajo se metía con un omega en la cúspide de su celo?
Cuando Katsuki recibió por primera vez el mensaje de ruptura, estaba furioso. En ese instante volvió a llamar para maldecir al hombre. ¿Y qué crees? ¡El hijo de puta ya lo tenía bloqueado! Vibrando de rabia, el omega arrojó su teléfono al otro lado de la habitación. ¡Qué pedazo de mierda sin agallas!
Aunque Katsuki no tardó en sucumbir al calor del momento, al carecer de una salida adecuada para su furia, sus emociones pronto se calmaron. Una inquietante sensación de angustia se apoderó de él. Si bien Katsuki de ninguna manera tenía el corazón roto, el rechazo fue más profundo de lo que tenía derecho ser.
Pasando sus dedos con apatía por el suave contenido de su nido, Katsuki se derrumbó en silencio. Lo evidente estaba frente a él. Aunque había evadido la razón de sus continuas relaciones fallidas, era obvio que Katsuki era un denominador común.
No importa cuán confiado o formidable sea el alfa, una o dos semanas fue todo lo que tomó antes de que salieran corriendo con el rabo entre las patas. La razón de su rechazo fue extraño. Nunca se dio ninguna explicación. Como si el omega fuera una amenaza a sus vidas, se tomaron todas las medidas para evitarlo.
Si bien Katsuki había hecho todo lo posible por parecer tranquilo, en verdad había estado albergando sentimientos de insuficiencia durante mucho tiempo. Los fracasos repetidos tenían una forma desagradable de socavar su confianza. El omega comenzaba a sospechar que las citas eran una causa perdida. Estaba claro que no merecía el tiempo de nadie.
Fue en estas condiciones que Katsuki se vio interrumpido por un golpe en la puerta.
Al principio, el omega ignoró el ruido. No estaba de humor para atender al solicitante ni a ningún otro. Y, sin embargo, quién quiera que estuviera en la puerta era extrañamente persistente. Los golpes esporádicos se convirtieron rápidamente en una ráfaga de sonido. Desde el otro lado de la habitación, Katsuki escuchó sonar su teléfono. Cambiando entre tocar el timbre y golpear la puerta, el visitante hizo todo lo posible por llamar su atención.
En poco tiempo, Katsuki había alcanzado su límite. Cubriéndose los oídos con una almohada, el omega gritó:
—¡Detente maldita sea!
En reconocimiento a su petición, por un momento hubo silencio. Sin embargo, una vez que fue evidente su intención de no abrir la puerta, la acción persistió.
Con excesiva fuerza, el omega se tiró fuera del nido—. ¡Puaj!
Con pesadez, Katsuki corrió por su casa enfadado. El omega tenía una buena idea de quién estaba en la puerta. De todos los idiotas en su vida, había un alfa en particular que no aceptaría un no por respuesta.
Un vistazo por la mirilla confirmó la identidad del visitante. Katsuki refunfuñó. Por supuesto que era Deku. El universo nunca perdería la oportunidad de restregarle la nariz por la tierra. El omega se restregó las manos por la cara. Contando hacia atrás desde diez, tomó largas y profundas respiraciones. Por muy tentador que fuera, el homicidio no era la respuesta.
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Best Friend | OneShot
FanfictionKatsuki nunca tuvo problemas para atraer alfas. ¿Manteniéndolos? Bueno, esa era otra historia. ‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾‾ • AU A/B/O sin quirks • Unilateral Bakugo Katsuki/Midoriya Izuku • Pasado Shinsou Hitoshi/Bakugo Katsuki