Aparentar ser...

1.2K 172 30
                                    


En la mente de cualquiera en Corea del Sur, al pensar en el hombre perfecto, se encontraba la imagen de Park Jimin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la mente de cualquiera en Corea del Sur, al pensar en el hombre perfecto, se encontraba la imagen de Park Jimin. Aquel hombre de veintiocho años, aun estando en sus veintes, ya era vicepresidente del grupo Park.

Un hombre bastante guapo, bastante aclamado por el público femenino e incluso masculino. No tenía rumores maliciosos a su alrededor, sus pocas relaciones habían terminado sin mucho drama de por medio y, actualmente, se pensaba que pronto encontraría a una mujer con la que podría casarse. Porque eso era lo que se esperaba de él, casarse y tener una familia para poder heredar el grupo de empresas de los Park.

Si cualquiera tuviera que opinar sobre Park Jimin, siempre saldrían las mismas palabras "el hombre perfecto" y claro, sería inaudito si no fuera así, porque Jimin se esforzó tanto, durante tantos años para ser el hombre perfecto a ojos de los demás, que no podría concebir el no serlo para las personas.

Sus padres estaban orgullosos de él, al menos de la buena apariencia que tenía ante la población en general. Porque si había algo que los Park no aceptaban, era que su hijo cometiera un error, eso era inconcebible.

Park Jimin solo existía para ser perfecto, para ser el perfecto heredero, para ser el hombre perfecto y eso estaba bien ¿no? De esa manera todos estaban orgullosos de él, todos le regalaban una sonrisa encantadora y llena de admiración.

Sí, eso estaba bien. Tener el amor de todos aquellos que no podrían aceptar que no era perfecto.

Pero Jimin no era perfecto.

Odiaba por completo lo que sentía y pensaba la mayoría del tiempo. Odiaba no gustarse al verse en el espejo, odiaba tener que usar esos trajes en tonos monocromos, tan aburridos pero tan masculinos, odiaba por completo estar encerrado en una oficina, solamente para poder ganar más dinero, dinero que no se gastaría ni en cinco vidas completas.

Odiaba por completo en lo que se había convertido.



— Entonces Jimin ¿vendrás a la fiesta del viernes? – cuestionó uno de sus amigos

— No lo sé, tengo una junta ese día y no sé a qué hora terminaré – explicó con una sonrisa mientras comía

— No sé para qué le preguntas, Jimin siempre dice eso – señalo otro de sus amigos – odia las fiestas para evitar escándalos ¿verdad?

— Claro que no – negó sonriendo, esa sonrisa que lo tenía tan cansado – Simplemente mi padre ha comenzado a dejarme más tareas, supongo que me está preparando

— Tiene sentido – asintieron



Lo que siguió fueron ellos hablando sobre chicas, sobre sexo, sobre deportes y muchas otras cosas que Jimin no entendía porque les gustaba. Ellos eran sus "amigos" por el simple hecho de que sus padres eran socios, próximamente ellos mismos serían socios. Pero por ahora se mantenían en esa falsa amistad en la que simplemente se sentaban juntos en un restaurante por un par de horas, comían algo sofisticado y caro, para después irse cada quien por su lado.

Hombre Perfecto - YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora