🔚 | Si Supieras

C A P Í T U L O ²⁶

Abrí los ojos poco a poco. Me sentía muy bien, me sentía cómoda, a excepción de el dolor en la parte más baja de mi panza.

— Buenas noches, muñeca — escuché la cálida vos de mi chico.

Había salido del baño, tomó una ducha.

— Buenas...

Todavía es el mismo día, al parecer.

— ¿Qué hora es? — pregunté.

— Son las 10 de la noche — alcé las cejas volviendo a cerrar los ojos. — Ey, no te duermas, es hora de que te bañes...

Sonreí.

— ¿Por qué? — jugué — No me quiero bañar.

— ¿Es en serio _______? —no respondí y solo solté una pequeña risa. — Anda, corre, a la ducha — quitó la cobija de encima mío y dejó ver mi desnudez.

— ¡Richie!, ¡tápame, hace frío! —me tapé mis partes.

— Anda... —repitió.

Rodé los ojos y me paré de la cama, dirigiendome al baño.

— Aún estoy cansada — dije cerrando la puerta.

— Yo también, pero no es para que andes así de cochina. Después de eso podrás descanzar junto a mi.

No le respondí y abrí la llave comenzando a ducharme. Después de unos minutos escuché como Richie abrió la puerta.

— Hola...

— Hola, ya casi salgo — avisé.

— Bien...

Tomó su cepillo de dientes y comenzó a lavarla.

—Rich... no tengo otra ropa — dije.

— Te puedo prestar unas prendas mías, te verías linda — habló como pudo.

— Me quedará muy grande tu ropa.

— Que importa, es para dormir —esperé un pequeño rato, ya que comenzó a tallar su lengua. Yo seguí en lo mío y terminé de bañarme.

— Pásame una toalla, por favor —pedí.

— ¿Cómo se dice?.

— Pero si te dije por favor —fruncí el ceño.

— Aha. ¿Cómo se dice?.

Recordé.

— Amor, ¿me pasas una toalla, por favor? — me asomé, esperando la mencionada.

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Comencé a desenredar mi cabello, me senté en la cama.

— Que bella.

Voltié a verlo con una sonrisa, este estaba de igual manera. No supe que responderle, así que como un acto de gracias le dí un pequeño beso.

Ya estaba acostado, con la cobija en sus pies, esperando a que terminara y me acostara con el.

— ________ — llamó.

— ¿Qué pasa?.

— ¿Te gustó? — me miró fijamente.

Creo que se de que habla.

— Mucho, estuviste muy bien — sonrió.