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La pérdida nos enseña mejor el valor de las cosas.
-Arthur Schopenhauer

24 de Febrero 2020.

Hoy quiero contarte que al estar escribiendo está carta e estado mirando tu fotografía eso me hace sentir como si de verdad estuviera hablando contigo, hoy después de mucho tiempo pude sonreír. No diré que fue una amplia sonrisa como las que daba cuando te tenía a ti, pero lo hice, sonreí.

Sonreí por ti y porque hoy a diferencia de otros días pude sentirme más cercas de ti, lo sentí en ese abrazo que me dieron, porque podría asegurar que por un momento ese abrazo se sintió como uno de los tuyo, me sentí rodeada por ti y eso estuvo bien. ¿Estuvo bien sentirme así mamá?

¿En verdad tú estás aquí? ¿Estás bien?

Me gusta imaginarte jugando, riendo, tranquila donde sea que estés aún que eso cueste mi felicidad, aún que eso me parta el alma. Hoy a diferencia de otros días e comprendido que está bien que hayas partido, no negaré que hay días en los que desearía tenerte aquí, aún que eso implicaría verte sufrir. ¿Es muy egoísta quererte aquí conmigo apesar de saber que sufrirás por tu enfermedad?

Pero al comprender que ahora estás mejor, no quiere decir que tú muerte la superé, es algo que por el momento no creo poder hacer, me falta tiempo, me faltan fuerzas.

Hay días en los cuales no quisiera ni poner un pie fuera de la cama, mismos días en los cuales llegar a casa no es algo que quiera hacer.
Debo confesar que hacer esto se siente bien, es como su de alguna forma tú estuvieras conversando conmigo, aún que por el momento yo no escuché tu voz se que me respondes. Se que estás aquí escuchándome decirte muchas veces que te extraño.

Extraño cada parte de ti mamá, pero no supe que te extrañaría tanto, hasta ahora que ya no estás.

Con amor, la persona que aún te extraña.

Cartas al cielo (Bilogía Más Haya De Tu Muerte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora