Infinidad de caminos, caminos sin fin,
Definidos por dudas, delimitados por la penumbra.
Avanzo en la densa niebla, mientras se plaga mi visión de bastos caminos.
Temeroso voy caminando, intentando no tropezar en la maleza, en la tierra, para no caer en el ínfimo vacío.
A la distancia se distinguen luces, señales tal vez, que por más cerca, más difícil se me hace distinguir la dirección, el rumbo que llevan.
Deseoso de una luz que me guíe, que me aclare la niebla, que despoje lo confuso de ella.
Cansado y agotado, la angustia me carcome, añorando el fin del camino, sin ningún fin.
Rezo por solo tener un solo camino, un destino, para poder caminar y disfrutar, sin desvariar.
Mis plegarias van a oídos sin uso, sin razón, sin interés.
Solo queda esperar y seguir andando.
