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Narra Miller:
Mi cuerpo se impulsó forzosamente de mi cálida cama, mi cabeza me hacia sentir adolorida y mareada. Cam aún dormía en un colchón tirado en el suelo y yo no tarde mucho en ver mi celular para corroborar la hora. Tanta claridad era sospechosa.
8:30... Mierda
La clase con el señor Scott ya la habia perdido, mi clase favorita. Ese hombre sí que hace que me interese en su materia pero, empezamos genial el comienzo de año... noten la ironía.
-Cam, levántate- salté para no aplastarla y corrí a mi armario en busca de algo rápido para vestirme.
-Mmm, déjame dormir- se tapó hasta la cabeza con las sábanas.
-¿Por qué te he seguido? Mi cabeza estallará- me quejé poniendome un pantalón que agarré al azar.
-Te lo pasaste bien, aún quiero saber quien era ese hombre.- quitó la manta y me sonrió burlona.
-La he cagado con Bruno, no lo merece. Soy una pésima novia- tomé una camisa y comencé a ponerla sobre mi torso.
-No tiene que saberlo.- suspiró rendida, me conocía y sabía que yo no lo dejaría así.
-Le diré de todas maneras, merece mi sinceridad.- busqué mis converse.
-¿Que hora es?- preguntó cambiando de tema. Siempre sospeché que a ella mi novio no le cae bien.
-8:40, cámbiate.- suspiré mientras miraba bajo la cama para encontrar el par.
Bingo, mis zapatillas están ahí
Ella también se cambió a velocidad de la luz, pedimos un taxi porque ya no llegamos en un bus.
Bajamos el auto luego de pagar y comenzamos a correr pafa meternos en los pasillos, apenas si llegabamos y se volvia chistoso la forma en lo desordenado de nuestros atuendos y cabellos. Nos reíamos de lo ridículas.-Respira.- dijo agitada acomodando mi cabello y yo acomodaba su remera.
-Estamos todas sudadas.- reí agitada mientras terminábamos de alistarnos para poder entrar a la clase.
Nuestras miradas cómplices hacían que quiera reírme sin parar pero busqué calmarme.
Siempre nos sentamos al final, el lugar estaba lleno y de todas maneras nos servía para hablar un poco más cuando el profesor daba su clase.
Tomamos asiento en la ultima fila y respiramos un poco, Cam no tardo en comenzar a contarme de su noche con el rubio que conoció. No le prestabamos atención a la clase hasta que alguien llamó nuestra atención. Senti sus pasos caminar hasta el final, donde estabamos nosotras, pronto acomodó su garganta como ruido para que lo miremos.
De inmediato me callé cuando mi vista fué lentamente desde sus pantalones a su rostro.
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Profesor// Joseph Quinn +18
Casuale-Ábreme las piernas como un lector insaciable a punto de devorarse un libro erotico, profesor-