TaeHyung sirvió la deliciosa sopa de cerdo junto con su respectivo arroz. Hoy decidió mimar a su pequeño JungKook con su platillo favorito, sabiendo que amaba ese caldo delicioso que cocinaba con un exquisito sazón el de pelos grisáceos. Mientras que los gemelos hablaban diversas cosas de la universidad entre ellos sentados en el comedor.
- ¿Leíste el artículo de word? Tuve que salir para comprar unas impresiones y no pude descargar el pdf. - JeonGguk hablaba mientras que los palillos tomaban un trozo de kimchi. Su hermano mayor tomo un poco de su vaso que contenía leche de banana. - Kook, estás tomando otra vez eso y comeremos algo salado. - Agregó con cierta expresión asqueada al imaginar la sopa junto con el dulce lácteo.
- Si, lo leí. Me di cuenta que las papeletas que teníamos sobre ese juicio eran solo una noticia amarillista para ocultar la verdadera información. No me sorprende, desde que lo empecé a leer algo en mi mente me decía que toda esa basura que se hablaba en la clase era mentira. - Inclinó su bebida hacía sus belfos saboreando la leche. Sonrió ante las palabras de JeonGguk hacía su delicioso liquido. - Es bueno, deberías de probar un poco. - Extendió su mano intentando brindarle de lo que bebía a su gemelo pero este solo negó rápidamente.
TaeHyung puso la bandeja con los tres platos hondos en la mesa, repartió los respectivos alimentos a cada uno. Al finalizar, sirvió sujo para JeonGguk y él, ya que JungKook no tomaba alcohol. Se sentó para luego entrelazar sus manos con las de los hermanos y empezar una oración agradeciendo cada minuto de vida. Terminaron de dar gracias, iniciando con la cena que emanaba un aroma delicioso despertando aun más el hambre entre los más altos.
- Ggukie, deja a tu hermano, si él quiere tomar su leche esta bien. - Regañó al menor mientras que este asentía levemente sintiéndose apenado. - Por cierto, - Metió la punta de los palillos en su cavidad bucal para retirar los restos de kimchi. - NamJoon dijo que quería que uno de ustedes asistiera a un evento, solamente para entregar un cheque. Sería mañana a las doce, ¿Quién irá? - Mencionó lo que anteriormente le había dicho por teléfono el representante de los Jeon, para después meter la cuchara llena de sopa en su boca.
JungKook y JeonGguk se voltearon a mirar sin saber que decir, los domingos no solían hacer nada, solamente dejarse mimar por su hyung, descansar o hacer algún trabajo pendiente. Además de que les causaba repulsión que ahora NamJoon no se comunicaba con ellos, si no directamente con TaeHyung, obligándolos a aceptar. El azabache de cabello amarrado mastico la carne sin dirigir ninguna palabra, mientras que el contrario esperaba que su hermano mayor hablará.
- Tenemos cosas que hacer mañana. ¿Podrías decirle que tenemos asuntos pendientes? - Por fin decidió responderle el Jeon menor, sintiendo el pie de su hermano aplastar el de él, como muchas veces hacía. Gguk gritó de dolor intentando simularlo. - ¡JungKook! M...M-Mier... ¡El miércoles! - Soltó cambiando el tema mientras su pie pulsaba, detestaba a su gemelo cuando lo hacía callar de esa manera. TaeHyung alzó la ceja con curiosidad.
- ¿Miércoles? ¿Puedes hacer esas cosas pendientes el miércoles, cariño? - Su mirada brilló, en sus belfos se posicionó una sonrisa carismática ya que JeonGguk se había ofrecido en ir. - Por favor. - Junto sus palmas rogando que el de cabellos oscuros dijera que si.
- Pero... Pero.... hyung.... - Hizo un berrinche cruzando sus brazos de manera tierna abultando sus labios formando un puchero. - Yo quería estar contigo... - Susurró apenado.
- El miércoles no iré a ninguna parte, te quedas conmigo. ¿Si? - JeonGguk se pensó las probabilidades y asintió sin más, se levantó de su silla para abrazar al peligris. - O-Oye... - Tartamudeo al sentir los fuertes brazos del menor rodear sus hombros.
- ¡Acepto! Estaremos solo los dos, Kookie irá a la universidad para que no perdamos absolutamente nada. - Beso la morena mejilla del mayor para después irse a sentar de nuevo y proseguir alimentándose.
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𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 𝐉𝐄𝐎𝐍'𝐬 ꒰࿔ 𝐤𝐨𝐨𝐤𝐯
Roman pour AdolescentsKim TaeHyung, un joven de tan solo quince años de edad, ayuda a escapar a dos traviesos gemelos de un orfanato, cuyo estado era deplorable debido a su mala directiva y a personas tacañas. Carecían de alimentos y de agua, los pobres hermanos J...