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04 | Keisuke Baji

-¿Estás lista?- escuché la voz de Junko al otro lado de la puerta, abrí la puerta del cubículo con el palito en la mano y lo apoyé en el lavabo, ni siquiera podía mirarlo, estaba muy asustada -la caja dice que debemos esperar 2 a 3 minutos- Junko se apoyó en mis hombros y frotó mis brazos -tranquila, sea cual sea el resultado, estarás bien.-

-No lo sé Junko, ¿qué tal si no lo quiere? Ni siquiera estoy segura si yo lo quiero, apenas terminé el residentado, no sé si pueda ocuparme de esto ahora- llevé las manos a mi frente mientras trataba de regular mi respiración, ¿qué se supone que haga ahora? ¿Qué tal si Baji no lo quiere? Apenas llevábamos un año de casados y esto se sentía demasiado pronto, tampoco estaba segura si quería abortar, qué ganas de llamar a mi mamá, no soporto esta carga emocional. Sumando que a Baji se le ocurrió ir a esa estúpida pelea contra Tenjiku, por mi cabeza se paseaban infinidades de escenarios, algunos buenos, pero la gran mayoría malos, pésimos, horrorosos, doloros...

-¡Ya pasó el tiempo, t/n! ¿Qué quieres hacer?- le dió vuelta al palito blanco sin siquiera verlo

-Velo tú, por favor, no soporto estos nervios, me va a dar un infarto- puse mi mano al pecho asustada

-Okay, trataré de mantener una expresión neutral para no preocuparte- le dió vuelta al palito y su sonrisa flaqueó un poco -amiga, estás embarazada, son dos rayas.-

Ni siquiera pude darme el tiempo de ver la prueba, ya estaba vomitando en el váter, maldición, definitivamente esto no estaba en mis planes, sólo podía pensar en cómo se lo diría a Baji, no sabía que reacción podía esperar, ni siquiera habíamos hablado al respecto, al menos no de forma seria.

...

-Baji, voy dos semanas de retraso- al pelinegro casi se le salen los ojos

-¿E-estas s-segura? ¿Contaste bien?- se levantó del piso y comenzó a caminar hacia mí

-Sí Baji, estoy segura que conté 39 días en lugar de 25, qué raro, nunca he tenido un retraso en mi vida... ¿Baji?- estaba mirando algún punto por encima de mi hombro -¡Baji! Reacciona, ¿qué hacemos?

-Podemos llamarla Kohana si es mujer- sus ojos se iluminaron

-Ese es un nombre de gato, Baji, estoy hablando en serio.-

Baji se partió de risa y me acompañó a comprar una prueba de embarazo, la cual sailó negativa por suerte. Aunque ya habían pasado dos años desde aquello, no sabía si Baji podría reaccionar de la misma forma dulce otra vez.

...

Junko me acompañó a comprar otras dos pruebas de otras marcas, sólo por si las dudas; todas y cada una de ellas salieron positivo, no lo puedo creer.

-Si quieres, aun podemos mandar a hacer análisis de sangre, Misora está de turno y ella nos puede adelantar los resultados- Junko seguía frotando mi espalda.

-¿Otra pueba? Creo que ya está más que claro que ya hay una persona que se apoderó de mi útero- bajé de la camilla en la que estábamos conversando y saqué mi télfono de la bata, debía avisarle a Baji que llegue temprano, para conversar al respecto.

Escuché como empezaba a marcar, pero siempre me respondía la voz robótica "el número que usted ha marcado no se encuentra disponible o está fuera de la zona de cobertura", marqué unas cuatro veces más y nada, y el hecho de saber que se iba a moler a golpes con otros hombres no ayudaba nada a calmar mis nervios. Mi localizador sonó sacandome de mis pensamientos, avisándome que había un paciente esperando por mí, me despedí de mi amiga y me dirigí al area de Pediatría, donde Naomi estaba esperando por mí con sus padres.

-Buenas tardes Naomi, señores Minatosaki, les voy a explicar el procedimiento de la cirugía de su hija...

Pasaron horas y yo seguía sin saber nada de Baji, ya me estaba preocupando y eso no ayudaba con mi ansiedad, desde hace como un mes que no dejaba de comer dulces y ahora ya sabía por qué. Estaba devorando mi chocolate cuando a lo lejos vi una cabellera rubia, el chico se veía muy golpeado, se me hacía conocido de algún lado, dirigí nuevamente mi atención al documento de evolución de Naomi cuando levanté nuevamente la cabeza, podría jurar que ese chico es... ¿Mikey? Ah bueno... ¡¿MIKEY?! Tiré mi chocolate y me acerqué a él.