Amor De Caída

Silueta

La época navideña había comenzado, el pequeño pueblo que se encontraba en Italia  daba el inicio al mes más festivo, era algo tradicional para un pequeño pueblo que festajaba el mes navideño a lo grande mientras que yo Sally Gowern no, no me gustaba festejar la navidad, mi abuelo había muerto por un ataque cardíaco en ese entonces, lo amaba con toda mi alma y no era algo que me gustará recordar, por otro caso mi familia adoraba la navidad, aún recordaban el suceso con mi abuelo pero lo tomaban como algo positivo, jamás logre tomarlo así.

Estaba saliendo del instituto para llegar a mi casa lo antes posible me había tomado 3 batidos de fresa cuando intentaba consolar a Bran Kebme, un joven alto de 16 años, tez morena cuerpo fornido, tenía un color de ojos verdes como esmeralda su cabello era rizado salían rizos por los lados de sus orejas era realmente atractivo, todas las chicas del campus morían por él, pero el estaba enamorado de Edith Harnud desde la primaria era su amor platónico desde que ella le presto su borrador porque el no había llevado el suyo. Intentaba acercarse a ella de miles maneras pero ella lo rechazaba, se notaba que se gustaban el cariño era mutuo pero nadie entendía el rechazo de Edith hacía Bran, mi mejor amigo.

Edith no era la chica que le gustará llamar la atención, era inteligente y preciosa tiene un cabello largo castaño, unos ojos de color negro que emana inocencia su complección física no era conocida, siempre llevaba suéteres que ocultaran todo su cuerpo, pero ella se veía preciosa con todo lo que usara.

Llegue a casa con prisa intentado esquivar todos los obstáculos posibles para llegar al baño, llevaba las botas enlodadas había llovido esa tarde, las tire por la cocina y me dirigí al baño corriendo.

- Sally!!!

- vuelves a dejar las botas enlodadas en la cocina y te quedas afuera.

- perdón, tenía prisa de ir al baño.

- prefiero que te hagas en los pantalones a que me vuelvas a ensuciar la casa.

- no volverá a pasar.

Era mi madre Rous Macrew una mujer de 40 años de edad con unos ojos color café claro y tez morena su cabello era castaño rizado era una mujer trabajadora tenía su propia marca de productos de limpieza es una obsesionada con la limpieza, amaba ver nuestra casa en perfecto estado y yo Sally Gowern había provocado el fin del mundo para ella.

Esa tarde después del incidente de las botas mi madre había optado por no hablarme hasta que el coraje desapareciera, estaba tan acostumbrada a eso que no le tomaba atención.

- A cenar pequeños demonios, dijo mi padre.

Mi padre Adonai Gowern, un hombre carismático de ojos azules y tez blanca, alto y cabello rubio, todo un sugar daddy para cualquier adolescente, 41 años de edad es mayor que mi madre, pero con más alegría le gusta ponernos sobrenombres a mis hermanos y a mi, mis hermanos Charlie  era menor  que yo, tiene 14 años  es casi idéntico a mamá cabello castaño y tez morena, alto y unos ojos azules que heredo de mi padre, mientras que Ben de 18 años era rubio ojos color marron y su complección física era fornida iba al gimansio le gustaba llamar la atención de las chicas y Santiago que es menor que yo, tiene 8 años, cabello negro, ojos azulez y tez blanca, casi idéntico a mi padre de pequeño. Mientras mi apariencia no acordaba con la de mis padres tenía unos ojos verdes y tez blanca, no era alta era la más pequeña de estatura de mi familia aparte de mi madre ella era la primera en ser la más pequeña y por supuesto aparte de Santi, mi cabello era negro con ondas en las puntas, lo cuidaba mucho era mi fuente de autoestima cuando lo arreglaba.

-Sally, tu madre me contó que dejaste las botas en la cocina, no hablamos ya de eso?

- pa, llevaba prisa necesitaba ir al baño.