¡Advertencia!
Esta parte y la siguiente se tocaran temas un poco SUS, si no te gusta este tipo de cosas deja de leer el cap hasta el aviso 😽
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Sábado, 09:42 AM.
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Al fin, después de tanta espera el día de la pijamada había llegado.
Mark ya estaba preparado, se baño y comió su desayuno, tenía planeado ir caminando pero escucho que alguien tocó la puerta, abrió la puerta pensando que era algún familiar o vecino pero lo que no sabía es que quien estaba detrás de aquella puerta era su amigo, César, quien lo fue a recoger y aprovechar de conocer a la madre de su amigo.
Al ver a su querido amigo lo abrazó, estaba feliz de ver que alguien lo quería tanto, le gustaba sentirse amado por alguien que no fuera algún familiar, su estómago se llenaba de mariposas al ver su amigo.
¿Era amor o simplemente admiración? No sabia la respuesta pero su trance sería interrumpido cuando su amigo le tocó el hombro.
—¡Hola Mark! Vine a recogerte y aproveche para conocer a tu madre, no me la has presentado!
—¡O-oh! Ella está en la cocina, s-sigueme!
El castaño estaba un tanto nervioso, no sabría que hacer si a su madre no le agradaba, después de todo es su primer amigo! ¿No debería comprender?
Con un poco de preocupación Mark llevó a César a la cocina, el pelinegro podía notar como temblaba así que lo tomó de la mano pensando que así podia calmarse, un grave error por su parte, lo puso aún más nervioso con un leve rubor en sus mejillas, pero por suerte no era notable.
—¡M-mamá, aquí está César!
La mujer fue corriendo a saludar al chico, vio que se tomaban de la mano pero no se inmutó, era su primer amigo, talvez su hijo no sabía cómo actuar con los amigos.
—¡Hola César, mi hijo ya me ha contado de ti! ¿Como estás?
—Buenos días señora Heathcliff! Yo estoy bien y usted?
Estaba un tanto sonrojado ya que se olvidó soltar la mano del castaño, no quería que la madre de su amigo pensara que tenían algo más que una simple amistad pero por alguna razón no quería soltarlo.
—¡Yo estoy bien! Y me disculpó si mi hijo llega a comportarse extraño, es su primera vez que va a casa de un amigo.
—¡No se preocupe señora Heathcliff, cuidare bien de el!
El chico siguió hablando con la mujer, pensó que era agradable, igual que su hijo...
—B-bueno César, no crees que ya deberíamos irnos?
—¡Cierto! Me olvide que te vine a buscar para irnos jeje...
Los chicos salieron de aquella casa y se dirigieron al auto del pelinegro, el castaño estaba un poco nervioso, no sabía que se hacían en las pijamadas porque nunca fue a una, sobre pensaba todo lo que ocurría a su alrededor desde pequeño, al parecer no tener amigos le afecto mucho, pero su atención sería dirigida al pelinegro cuando este empezó a hablar.
