Capítulo 21

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Presenciar la boda de Jungkook no había sido nada sencillo, de no ser porque se trataba de su hermano no hubiera asistido en primer lugar porque sencillamente no podía soportar la mirada de Seohyun que parecía estar opaca. Aquello causaba que su propio instinto animal se sumiera en la tristeza, porque a pesar del tiempo que llevaban distanciados aun persistía en su mente la idea de comprometerse con él, y la prueba de ello era el juego de alianzas que conservaba oculto en el dormitorio del palacio Kim.

Por varios minutos rememoró parte de su vida, específicamente desde que el príncipe Min llegó a ella. Fue así como llegó a la conclusión de que debía olvidar sus diferencias, el daño que se habían causado mutuamente en varias ocasiones que no igualaba a la felicidad que sentían cuando estaban juntos y por ende... no tenía más dudas de que debía dar el siguiente paso en su vida al pedirle su mano. Sin embargo... no esperaba que Seohyun se acercara a él con la excusa de bailar para repentinamente decirle que quería terminar con todo de una vez por todas. Dudó por unos segundos y luego respondió lo primero que llegó a su mente pues esta era un completo caos aunque intentara no demostrarlo.

-No... entiendo a qué estás jugando...

-A nada, tú tienes una familia y aunque he hecho todo lo posible para alejarte de ella... nada parece funcionar. Te quiero solo para mí pero ya no deseo humillarme, no lo merezco. Sobre todo cuando... podría encontrar a un Alfa de mi edad que realmente me ame.

-De modo que es tu forma de decirme que este es el final.

-Sí pero antes de eso... quiero una última noche, una en la que no pensemos en nada ni nadie más ¿Sería pedir demasiado?

-No...- ¿En verdad? ¿Eso es todo lo que diría? ¿Acaso iba a renunciar a él así nada más? Honestamente decir que se odiaba a sí mismo era poco, pero tampoco quería confundir al Omega ni causarle problemas cuando él parecía haber llegado a una conclusión la cual pensaba respetar.



Dado que sería su última noche juntos, podía darse el lujo de disfrutarla a gusto, sin ningún tipo de impedimento ni reproche. Tras haber llegado a la habitación asignada, tomó al Omega en sus brazos y lo cargó por unos breves instantes antes de recostarlo en cama. Después de eso se quitó el sacó mientras que el menor le desabotonaba el chaleco que tenía debajo.

-Hoseok, ya regreso.

-¿A dónde vas?- El más pequeño no le respondió, simplemente le sonrió al apartarse de su lado y salir de la habitación a la cual regresó algunos minutos después, portando una botella de vino y dos copas.
-No entiendo por qué quieres brindar.

-Porque por primera vez siento que quieres hacer el amor conmigo, algo más que simple sexo.

-¿Por primera vez?- Pensaba continuar reprochando pero Seohyun no se lo permitió ya que no dijo nada, tan solo se limitó servir ambas copas que luego hicieron chocar ligeramente.
Cuando las copas estuvieron vacías las dejaron a un lado y retomaron lo que habían dejado pendiente, regresó a tomar posesión de los labios rosáceos del Omega a quien lentamente acomodó debajo suyo una vez más.

-Creí que no te gustaba esta posición- A lo que se refería es a que en casi todos sus encuentros siempre se sentaba sobre Hoseok, solo para permitirle a este obtener una excusa para no sentirse mal consigo mismo por tomarlo.

-Te haré el amor esta noche Seohyun, tal como querías. Olvidaré todo y pensaré en que... somos un Alfa y un Omega que desean estar juntos.



Una vez que sus cuerpos se unieron ya no hubo retorno, el aroma que emanaba su amante lo excitaba de una forma que no sabía explicar. A pesar de ya haber estado juntos muchas veces y en ocasiones en las que Seohyun estaba en celo, esta vez era muy diferente, era como si estuviera aturdido, perdido en las sensaciones de su cuerpo. La nívea piel del Omega parecía ser una especie de adicción para él y por tanto se dedicó a recorrerla tanto con sus manos como con sus labios, dejando besos y pequeñas mordidas a su paso.

Moonchild [Seesaw]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora