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Sin ti en mis brazos, siento un vacío en mi alma. Me encuentro buscando tu rostro en la multitud, sé que es imposible, pero no puedo evitarlo.

-Nicholas Sparks.

28 de marzo 2020.

Soy yo de nuevo mamá.
Estoy aquí en las cuatro paredes de la que antes era tu habitación, aquí vengo cuando me siento perdida de ti, no quiero ocultarte nada pero debo decirte entre mis manos se encuentra unos de tus chalecos. ¿Sabes de cuál hablo? ¿No?
Aún huele a ti, toda la habitación huele a ti, nadie entra aquí más que para sentirnos un poco cercas de ti, ya nadie duerme en este lugar ni siquiera papá. Veo las cortinas de tu ventana abajo y un nudo se forma en mi garganta, decías que así parecía más oscura la habitación y no puedo evitar colocarlas de modo que entre la luz. Veo tus fotografías en mi celular y el nudo se acentúa.

Quiero llorar.

Eso todo lo que se apenas pasa eso, quiero llorar tan fuerte y de una manera tan descontrolada. Se que el día que eso pase todo lo que siento y oculto arrasará con todo.

¿Esto es el duelo?

De ser así el mío parece eterno, uno que no se quita con nada, e tratado de seguir, de avanzar pero al parecer solo me quedo en el intentó. Duele aceptar que en todos las etapas del duele me e quedado en una sola; ira, pero ira hacia mi misma.
En qué momento me volví está persona, cuando fue que me perdí y no pude encontrar la salida de este.

Me encuentro tan perdida, mamá, quisiera con todas mis fuerzas que estuvieras aquí, conmigo, escuchándome y dándome tu apoyo, tu calor porque no importaba en qué lugar de la casa estuviera en todo momento me sentía amada por ti, tu calor y amor de madre eran tan grandes y estoy segura de que aún es así. Pero no es lo mismo, se que me amas pero no puedo sentirte junto a mi, no puedo verte sonreírme y eso me parte el alma en mil pedazos.

Con amor...

Cartas al cielo (Bilogía Más Haya De Tu Muerte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora