✧˚✧The innocent babyೃ✧˚✧˚Hyunlix {omegaverse)

✧06✧

Un pequeño jadeo de sorpresa salio de los labios del menor mientras la lengua del mayor entro a su cavidad vocal. La lengua de Hyunjin se movía ágilmente empujando la del menor, Félix apenas podía mover sus labios al ritmo de Hyunjin, era su primer beso pero le gustaba. Su entrada empezó a lubricarse mientras un monstruo bulto hacia presión entre sus nalgas. Pero no iba a negar que se sentía muy bien, su ropa interior se pegaba a su piel y era algo incómodo. Inevitablemente las feromonas sexuales empezaron a llenar toda la habitación. Hyunjin gruñó sintiendo el lubricante del menor mojando su muslo. Aunque aun no quería tocarlo era inevitable no aprovechar la oportunidad que tenia justo enfrente.

—Papi...— jadeo Félix con el fuerte agarre de Hyunjin en su cintura. Los labios del mayor siguieron haciendo se las suyas solo que ahora en sus sensibles pezones, —¡Ahh, mhg papi!— gimió poniendo los ojos en blanco.

Quedó debajo de  Hyunjin en un abrir y cerrar de ojos, con el mayor entre sus piernas ya que se deshizo de la ropa interior del pecoso partiéndola a la mitad dejándolo expuesto ante sus ojos de tigre. Hyunjin sin poder evitarlo beso por ultima vez los carnosos labios del mas joven, húmedo y brusco como el anterior. Las grandes manos de Hyunjin sujetaron los muslos pálidos del menor hasta dejar sus rodillas contra su pecho. Teniendo expuesta la estrecha y goteante entrada anal del menor, que brillaba por lo lubricada que estaba, sin mencionar que estaba auto-dilatándose por lo excitado que estaba el omega debajo de el. Hyunjin se lamió los labios y sin mas empezó a lamer todo el lubricante que goteaba.

Los sollozos y gemidos del menor no tardaron en ser lo único que se escuchaba en toda la casa. Si Félix era muy ruidoso gimiendo pero eso le encantaba, que no se contuviera. Poniendo aún más esfuerzo para escuchar a mas los casi gritos del menor, introdujo un primer dedo en la estrecha entrada del menor. Provocándole aun más gemidos, se separo por unos segundos para ver al menor hecho un manojo de gemidos y sollozos, sosteniéndose de los bordes de la cama.

—Papi... ¡me siento raro!— grito cuando el segundo dedos fue empujado dentro de el, sus muslos se tensaron y se apretó alrededor de los dedos de Hyunjin. —mhg.. ah—.

—¿Te gusta?—. Preguntó Hyunjin con la voz ronca aun siendo consiente del doloroso problema que estaba teniendo su polla. Que estaba a punto de correrse en los pantalones.

—Papi...

De nuevo grito cuando Hyunjin empezó a masajear la erección del menor, mientras para después besar la punta de esta. Su vientre se contrajo y sus ojos se llenaban de lágrimas de placer, nunca había sentido eso y se sentía raro como hace un rato. Hasta que por fin alcanzó su primer orgasmo

—Bien, pequeño— beso por ultima vez sus labios antes de limpiar el pequeño desastre del abdomen del menor.