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Nozel suspiro cuando abrió la ventana del balcón de su habitación, estos cortos minutos entre que ella llegara y él le permitiera la entrada solían llenarlo de ansiedad, no quería que nadie descubriera que estaba dejando a una mujer colarse en el medio de la noche.

- El viaje ha sido tan largo esta vez. – Bostezo permitiendo que Nozel le quitara la capa de invisibilidad que usaba al entrar en el Reino Noble – Como traía esto tuve que venir más lento que de costumbre – Levanto una cesta con orgullo, Nozel pensó que parecía un gato travieso.

- ¿Qué es eso?

- Droga para ti, cariño. Noelle parece un gato cuando lo come. – Contó con una gran sonrisa.

- ¿Debo preocuparme? – Dijo con desconfianza.

- No, solo es pastel de manzanas del reino Corazón, Charmy no ha parado de preparar postres durante estos días, Noelle ha devorado cantidades preocupantes y eso me hizo pensar en ti. – Vanessa sonrió con felicidad al verlo curiosear la cesta, los lindos Silvas adictos al azúcar, se preguntaba a veces si los cuatro hermanos tenían la misma debilidad.

- ¿Cómo estuvo tu día?

- Bien, tuve una misión que terminé rápidamente, luego regresé a la base a realizar mi informe y poder salir de compras con Noelle, queríamos conseguir unos vestidos nuevos para.... – Se distrajo al ver como su normalmente muy educado y estricto novio comía directamente del pastel, no un trozo, no de un plato sino del postre completo.

- ¿Para? – Él se giro ante su silencio solo para ruborizarse intensamente por la mirada divertida y descarada que le dedicaba la mujer, tosió incomodo.

- Lamento no haber podido robar el de frambuesas. – Se carcajeo acortando la distancia rápidamente para rodearlo con los brazos – Podrías morir de felicidad, ahora tengo envidia.

- ¿De un pastel? – Arqueó una ceja ladeando el rostro mientras apoyaba las manos en su cintura.

- De como te lo comes con tanto gusto. – Ronroneo seductoramente levantando la mirada para dedicarle una mirada deslumbrante, batiendo las cejas con una sonrisa que casi lo cegó, el rubor se acentuó profundamente mientras su corazón latía como loco en su pecho – Respira, Nozel.

- No puedes decir cosas así de la nada. – Murmuro embelesado.

- ¿Prefieres que te lo demuestre? – Paso sus manos detrás de su cuello para atraerlo a un beso apasionado.

- Lo prefiero. – Admitió acunando su rostro para repartir besos de mariposa – Siempre robas el aliento que nace en mi alma, con besos embrujados que llegan tan profundo, dejando una marca que me hace tan tuyo, perdido en tus gemas y suplicando por tu afecto.

Se sonrieron mutuamente estrechando el abrazo, en momentos así Nozel podía olvidar por completo todas sus preocupaciones, solo concentrándose en ella, en la hermosa y bellísima persona que le regalaba momentos de dicha, escondió su rostro en su cuello haciéndole cosquillas.

- ¿Fue un buen regalo?

- Lo es, sobre todo por que viene de ti. – Se separaron unos centímetros – Fui desconsiderado por comerlo solo.

- No te preocupes por eso, no tengo esa adicción tan fuerte como ustedes a los dulces. – Lo empujo para que se sentara en la cama mientras servía una porción del pastel en un plato individual – ¿Has descansado bien hoy?

- No demasiado.

- ¿Ocurrió algo malo? – Pregunto con preocupación mientras tomaba una cuchara para alimentarlo, estas acciones de su parte solían desconcertarlo, a pesar de eso termino por acostumbrarse así que abrió la boca obedientemente.

- Solid y un chico mas joven del escuadrón se enfrascaron en una pelea, los tuvieron que separar y Lady Andrómeda presencio todo, ella pertenece a la Casa Kira, es mayor y cumple funciones administrativas, he intentado jubilarla varias veces, pero se niega rotundamente.

- ¿Por qué tu hermano se golpeó con alguien?

- El otro chico dijo que Solid insulto a una de las novatas, que es una baronesa y cuando le exigió que se disculpara no lo hizo. Nebra ha estado involucrada en la política últimamente, así que pasa menos tiempo con él, he intentado integrarlo con los demás, pero ha sido imposible. – Suspiro pesadamente, restregando sus ojos con sus manos en un gesto agotado.

- Debe haber una manera ¿le has preguntado por que se comporta así?

- Solid no habla conmigo. Lady Andrómeda esta molesta por todo el alboroto, tiene razones para hacerlo, el problema es que como pertenece a otra Casa, Solid solo se ha puesto a discutir con ella. Nebra no esta y no se como manejarlo.

- Parecen un matrimonio, como mamá no está, papá no sabe que hacer con su hijo maleducado. – Vanessa rio ligeramente, tomo una servilleta para limpiar su mejilla manchada por el relleno.

- Soy el jefe de casa, debería responderme cuando lo cuestiono sobre todo ante una falta como la que cometió. – Refunfuño mirando con extrañeza a Vanessa que pasaba un dedo entre sus cejas.

- Te saldrán arrugas antes de tiempo. – Dijo en un tono burlón – Creo que deberías tratar de hablar con Solid como su hermano, no como su jefe de casa ni su capitán. Dices que tus hermanos no se sienten cómodos contigo, la causa puede ser que seas tan severo con ellos.

- No lo hacen, no como tú.

- Bueno, sería raro que tuvieran la misma confianza que te tengo, inapropiado probablemente.

- Lo digo en serio, eres la única persona que me trata como si fuera algo precioso.

- Lo eres, cariño. – Se acurruco en la mano que acunaba su mejilla – Y tus hermanos te deben amar a su propio modo, simplemente ninguno de ustedes sabe expresarlo correctamente. Ahora puedes seguir pensando en como hablar con Solid luego, ahora mismo, tu y yo podemos hacer cosas más entretenidas, por ejemplo, ver quien gana en una guerra de cosquillas.

Nozel no entendió a que se refería hasta que lo tiro sobre su espalda y comenzó tocar su cuerpo obligándolo a reír contra su voluntad, trato de detenerla, pero ella era ágil como un ratón, moviéndose rápidamente evadiendo y al mismo tiempo atacando, tuvo que poner más esfuerzo del esperado para contenerla, sujetando sus muñecas junto a su cabeza, respirando agitadamente para recuperar el aire hasta que la miro, carcajeándose alegremente con los ojos cerrados, su cabello desplegado sobre la sabana, iluminando todo a su alrededor.

Su risa cálida llenando sus oídos, su sonrisa resplandeciente, la mirada llena de afecto sincero, ella trajo luz a un mundo que no sabia estaba oscuro, fue un impulso que nació directamente de su corazón y subió hasta sus labios.

- Te amo. – Susurró con un tono cautivador, congelándose unos segundos después, no había podido exteriorizar en palabras sus sentimientos por lo que siempre trataba de demostrarlo con sus acciones.

- Te amo, Nozel. – Respondió con felicidad en su voz, de una forma tan intima que no pudo resistirse, se inclino para compartir un beso ardiente mientras se derretía en sus brazos – Mi preciosa águila.

La amaba.

Ahora solo tenía que luchar por ella. 

Mi preciosa bruja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora