SUEÑOS.

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A veces me gusta pensar que morir puede ser como estar dormido y tener un sueño, aún que muchas veces pienso, que a veces dormimos y no soñamos, sentimos como si solo cerramos los ojos por unos minutos, cuando en realidad es durante horas.

Será la muerte algo así, será tan solo, cerrar los ojos y ya no tener conciencia de nada, de que mental y espiritualmente no exista nada.

Son cosas que aturden mi cerebro durante todo el día, y aunque trato de ocupar mi mente, se vuelve cada vez más seguido el deseo de saber esa respuesta.

A veces me gustaría ser de ese tipo de personas que no se enteran de nada, que no están pendiente a lo que pasa en otros países ajenos al suyo, de que no se cuestionan nada al leer la biblia, personas que no tienen conflictos profundos, que viven su día a día como si su destino estuviera escrito y ellos supieran el final de cada historia.

A este tipo de persona me gusta llamarlos, ignorantes, y no lo digo para ofender, lo digo más bien, en tono de envidia. Como quisiera ser bendecido con el don de la ignorancia.

THE BLESSING  OF  BEING IGNORANT Donde viven las historias. Descúbrelo ahora