Ethernia estaba muy feliz de volver a ver a sus dos viejos amigos, sin duda le alegraba volver a ver a Alba, aquella chica que había conocido hace años ya se había vuelto una mujer hermosa, pero aun igual de bondadosa, a pesar de estar lejos por mucho tiempo aún se trataban como si nunca se hubieran distanciado, Ethernia apreciaba mucho eso de su parte, ya que la hacía sentir que aún eran amiga.
Por el momento todos se quedarían en la torre de Ágata, ese lugar escondía muchos secretos, era muy mágico, la hechicera Ágata se había esmerado a la hora de crear esa estructura, podías recorrer hermosos pasillos largos decorados con enredaderas que entre ellas florecían hermosas flores blancas, poseía una inmensa biblioteca, quías más grande que la del reino de Mercia. Sin embargo, lo que más sorprendía era un hermoso jardín en el centro de la torre, en el pegaba directamente los rayos del sol, era un lugar muy hermoso, contaba con árboles frutales, como manzanos, duraznos y unos hermosos cerezos que adornaban de una muy buena manera el jardín, al igual poseía una gran variedad de flores, rosas de todos los colores, orquídeas, tulipanes, etc. En una ocasión menciono Lara que si ibas al centro del jardín y pensabas en alguna flor con todas tus fuerzas esta nacería en el jardín.
Alba era una mujer muy centrada, le gustaba estar en contacto con la naturaleza, desde que llego de pequeña a la torre de Ágata, cuando escaparon de la masacre a manos de Ares, ella se refugió en el jardín, después de estudiar le encantaba salir a correr por el jardín acompañada de Eliot, desde entonces se habían vuelto muy unidos, inseparables. Mientras el tiempo transcurría Alba comenzó a enamorar por el conocimiento de la herbolaria, le apasionaba tanto las plantas que pasaba horas y horas en la biblioteca estudiando y aprendiendo cada cosa sobre las plantas, mientras Eliot se preparaba físicamente haciendo ejercicio y practicando hechizos ofensivos, tanto era el temor de Eliot, que incluso aprendió a usar la espada, algo raro para un hechicero, aun así con esfuerzo y dedicación se volvió un excelente espadachín, era muy bueno, que incluso Lara, lo enviaba a entregar mensajes a otros lugares desconocidos, ya que no había quien pudiera hacerle daño.
Poco a poco Alba y Eliot fueron tomando caminos diferentes, por lo cual dejaron de verse a diario, incluso Alba pasaba meses sin ver a su querido Eliot. Este joven apuesto había sido enviado a una misión tan lejos que le tomo dieciocho meses volver a casa, cuando por fin regreso, Alba no podía creer que estaba en frente de aquel chico pelirrojo, pecoso, de ojos verdes y muy fornido, ya era un hombre. Algo en su interior de ella se movió, se sentía rara al verlo a los ojos, se perdía en su mirada.
Eliot era un chico con un muy buen sentido del humor, era el alma de la torre, hacia reír con sus ocurrencias a todos, pero sin duda con la que más se esforzaba era con Alba, siempre hacia chistes de biblioteca, muy malos, pero lograban su propósito, sacarle una sonrisa a aquella mujer hermosa.
Una noche como ninguna otra, Alba se encontraba bajo el Cerezo más grande del jardín, deleitarse con su belleza, cuando sin saber Eliot la observaba a ella de una manera tan dulce.
_Aún recuerdo cuando solíamos correr por todo el jardín. Interrumpía el silencio de la noche con su voz algo nerviosa Eliot.
_Como olvidarlo, siempre te ganaba. Respondía de manera graciosa Alba.
_Recuerdas cuando subí a este cerezo, y te traje la flor de la copa del árbol. Mencionaba Eliot con algo de nostalgia.
_Jamás podre olvidarlo, recuerdo que te caíste y me asuste tanto por que no reaccionabas. Responde algo molesta Alba.
_Jamás solté la flor. Interrumpió Eliot.
_Aun la tengo, la guarde en un libro, fue muy especial y más porque casi te cuesta la vida. Respondió Alba mientras se reía.
Mientras Eliot volteaba a ver hacia el cielo estrellado, dejo escapar un suspiro, que provocó un que la aten tención de Alba fuese a parar a él.
_No te has puesto a pensar, que la vida es tan corta y hay tantas cosas hermosas por ver y disfrutar. Menciona Eliot con inquietud.
_Hay tantos lujares que me gustaría conocer, dichoso tú que has viajado por casi todo el continente. Respondió Alba mientras ponía su mano sobre el hombro de Eliot.
_uuuhhmm. Frunció Eliot
_ ¿Que? Es verdad has viajado tanto, que incluso medio miedo no volverte a ver. Menciono Alba con algo de inquietud.
_Te prometo que cuando todo esto acabe, te llevare a la Isla de las Tortugas, es un lugar muy hermoso, estoy casi seguro que lo amaras. Respondió Eliot con una sonrisa en su rostro, mientras tomaba la mano de Alba.
_Es una promesa, tienes que cumplirla. Respondía Alba mientras le daba suaves golpes en el brazo.
Aunque la noche era hermosa, tenían que descansar de un beso en la mejilla se despidieron y ambos fueron a sus habitaciones, una guerra se tenía que ganar.
Al día siguiente, un mensaje importante llego a la torre, Zeus estaba preparando sus tropas para ir invadir el reino de los Centauros, si las tropas de Zeus parte esta noche llegarían dentro de cinco días al reino, tenían que hacer algo rápido.
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ETHERNIA WAR OF THE GODS
FantasyEthernia buscaría venganza en contra de los dioses por los actos atroces que cometieron en contra de su familia, siendo un niña presencio la muerte de todas las personas que consideraba su familia a manos del dios de la guerra Ares, un ser despiadad...