Recuerdos Vol.1

Tesoro

Y ahí estaba ella, caminando, buscando, siempre buscando. La encontré por primera vez en el parque de el centro, caminando sin rumbo por las sendas arboladas, se veía apresurada, corriendo, siempre corriendo. Su pelo negro me robaba toda mi atención, sera?,
será por su forma de caminar? Imponente como los griegos en falange.
será por si aroma a lavanda? Dulce como la miel
Serán sus ojos? Verdes, como la esmeralda en los antiguos tesoros de la dinastía Qin
Te encuentro en todos lados
Pero siempre te recuerdo distinto, unas veces eres un destello qué pasa por mis ojos, otros días eres una hoja seca que baila al son del viento, o será el crepúsculo que alumbra el inicio de la noche, o serás el inicio de mis días?.
En las pinturas te encuentro, pinturas al óleo, estatuas de alabastro, fotografías en blanco y negro.
En la música te encuentro, en el dulce piano del jazz, en la imposible guitarra de los solos de rock, o era el melancólico violín de alguna sinfonía.
Pero por estar pensando tanto en su recuerdo, la termine perdiendo de vista, se fue junto con la multitud. Hacia su hogar en todos partes.

La segunda vez que la vi fue en la playa, descansando, ahora su pelo era dorado como el sol, sus ojos parecían de fuego, su mirada era tan profundos que me quemo hasta el alma, el mar, la arena, la ligera brisa en mis cara, el sol reflejado en su piel blanca como el marfil. Mientras que admiro tu danza sobre la arena, tan mundano que irascible, tan Romano inperfectible.

La tercera ves la conocí en la cuidad, una noche lluviosa, ambos bailábamos bajo el son la lluvia que caía como si dios descargara toda su furia contra nosotros. Y cómo no estarlo? Éramos en ese entonces energía acumulada por años, andábamos sin buscarnos aún que sabiendo que andábamos para encontrarnos.

La cuarta vez fue en los cielos, durante mi vuelo hacia alguna ciudad lejana, mire la brillante obscuridad de la noche, donde la luz de las ciudades no contagian con su plaga de sonidos y brillantes destellos, por otra parte las estrellas, que alumbran al cielo nocturno. Entre estrellas fugaces, distantes galaxias y la luna llena trato de buscar tu figura en alguna constelación, para saciar mi noctámbula búsqueda. Y encontrarte.
Primero vi unos ojos, después encontré la forma de tu cintura, después tus piernas y finalmente tu cara, eras tu.
Finalmente
Te encontré.