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Da palabras de tristeza; el dolor que no habla agarra el corazón forjado y lo obliga a romperse.

-William Shakespeare

10 de Abril 2020.

No podía expresar con palabras como me estaba sintiendo en estos momentos, sentía que las lágrimas se habían quedado atoradas en mis ojos.

Era como estar bajo una tormenta,  no había llorado eso lo sabían mejor que nadie, veía a todos llorar, abrazarse y yo simplemente me encontraba en estado de shock.
Sentía el brazo de mi amigo rodearme, tratar de darme consuelo.

Era definitivo. Yo estaba sola.

No fue hasta que la vi entrar por esa puerta, ella había llegado. Puedo decir que me sorprendió verla tranquila, sin una lágrima en sus ojos y más me sorprendió verla darle a todos un abrazo de consuelo sin quebrarse.

Fue hasta que llegó hasta mi, que pude ver en sus ojos el dolor, las lágrimas retenidas. Sin embargo me dio un abrazo, el más sincero hasta el momento, uno donde me trasmitió tanto, fue en ese momento que me permití derramar un par de lágrimas, solo con ella presente pude permitirme ser débil, fue como si apesar de todo lo que ella sentía estuviera haciendo de esto mi momento, porque así parecía.

Puedo decirles, en especial a ti papá, que estabas junto a mi. Te sentí tocar mi hombro, fue tan breve ese momento pero tan significativo que llore como no había llorado en mucho tiempo.
Se que había dicho que sería fuerte, que estaba bien que tú también volarás alto, pero tan alto. No había palabras para expresar mi dolor y quizás, quizás nunca las encontraría.

Fue tan corto el tiempo que me permitiste estar juntos, solo tú y yo, siento que no puedo, es como si alguien tomaré mi corazón entre sus manos y lo apretara tan fuerte que dolía. Cuatro meses,eso estuviste conmigo, eso me permitiste estar junto a ti.

Siento como si el dolor que sentía en la ausencia de mamá, si hubiera triplicado, era tan intenso que no me permitía respirar.

Miraba la casa, y apesar de que justo ahora estaba llena de personas, me sentía sola, quería gritar, llorar. Pensaba que podría destruir todo a su paso si dejaba salir todas mis emociones. Y es que las había tenido reprimidas tanto tiempo ahora que volvía a sufrir una perdida sentía que estaba a tope que era cuestión de tiempo para dejarme vencer porque lo único que me mantenía con vida también se había marchado.

¿Que sería mi vida ahora sin ustedes?

¿Estaban conmigo?

Yo no quería estar sola, no sin ustedes, quisiera llorar como una niña haciendo una rabieta, tirar de mi cabello. Quería llorar tan alto, que todos se percataran de mi dolor pero mi llanto era silencioso, de esos que no puedes sacar que simplemente se anclan en el corazón y no te sueltan hasta dejaste sin nada.

Y es que precisamente eso era hora sin ustedes. Nada.

Cartas al cielo (Bilogía Más Haya De Tu Muerte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora