Toda esta conversación que revelaba secretos sin fin de parte de la única persona que había intentado protegerme, de ese mundo de ilegalidad me hizo derramar más lágrimas de dolor, decepción, tristeza y mil sentimientos más, todo menos miedo. Estaba confiada de lo que podría hacer, de lo que debía hacer... vengarme.
-Esto no se va a quedar así, juro que van a pagar esos jodidos malditos que le hicieron esto a mi padre- me hervía la sangre, sentía impotencia- van a sufrir mil veces más, rogaran perdón, suplicarán compasión pero... no la tendré- mire decidida directamente a los ojos de David, él hizo un intento fallido de interrumpirme, pero no lo dejé- Y no me interesa lo que pienses, con o sin ti, lo voy a hacer- me miro sorprendido lo que solo respondió con un asentimiento de cabeza y unas frías palabras.
- Estoy contigo.
Luego de toda la conversación caminamos por el hermoso jardín hasta el portón el cual daba acceso a los vehículos de la familia y al de los amigos. En el momento en que me despedí de David; Matt y Josh me acompañaron hasta la entrada de mi solitario hogar. Luego de una ducha reconfortante, me tumbe en la cama intentando dormir, pero solo logré pensar en todo lo ocurrido de las ideas pasaban por mi mente como una cinta de vídeo.
-El asesinato de papá.
-Su muerte confirmada en el hospital.
-Esas jodidas palabras que nunca podría olvidar "Hicimos todo lo posible..."- 1 oración, 4 palabras, 20 letras, que simplemente lo cambiaban todo.
-Su funeral.
-La confesión de David acerca de en qué en realidad estaba involucrado mi padre.
-Mi venganza...
Necesitaba ser meticulosa en esto, no dejar cabos sueltos. En estos casos debía de ser fría y dejar que las cosas tomen su curso.
Se me ocurrió algo brillante... algo que realmente podría cambiar casi todo esto. Y para cambiar algo, hay que alterar otra cosa.
Decidí que cambiaría yo, mi vida, mis amigos, mi vivienda, simplemente le daría un giro inesperado a todo esto.
Durante las semanas que iba planeando esto mejor, también entrenaba con Matt y Josh, los cuales eran lo más cercanos a mí en comparación a los demás. Aprendí tácticas de defensa, utilizar distintos tipos de arma, la que más me gustaba eran los automáticos, descubrí que era muy buena siendo francotiradora, a decir verdad no había fallado.
Con las investigaciones descubrí que mi primera pista estaba en Reino Unido, de esta manera me encuentro subiendo al avión camino a Londres donde pasaré unos meses, antes de seguir con mi vida de "chica normal" e ir a una universidad de aquí, no puedo equivocarme o todo se echará a perder.
(...)
La mudanza acaba de terminar y estoy exhausta, tome una ducha y no sin antes cenar, me tire literalmente a la cama, encendí la televisión, hice zapping y nada... la tv Inglesa no es muy divertida, de la nada me quede dormida.
Y ese maldito sueño que me atormentaba cada noche volvió, esas palabras retumbaban en mi mente como si fuera que lo estuviera viviendo de nuevo. Verlo allí me quebraban aún más de lo que realmente estaba, yacía sin vida y yo sin poder hacer nada más que llorar y llorar, su partida me dejaba totalmente sola, desprotegida y sin vida, una gran parte de mí se fue con él.
Por la mañana luego de asearme y desayunar como merecía ya que luego de unos días de no comer como debía, repasé cada detalle sobre mi nueva "yo", según mis nuevos datos soy "Taylor Stone" y tengo 19 años, vine a Londres a estudiar y de esta manera tratar de superar la muerte de mis padres Adam y Charlotte.
Sabía que aparte de los documentos que debía completar para la inscripción de la universidad, muchas personas me iban a preguntar la misma cosa miles de veces, preguntas como "¿por qué viniste aquí?" Y debía ser convincente en ello.
Entrenar con Josh y Matt se me hizo rutinario, de esta manera lograba desahogarme por lo menos un poco, sabía que no podría ir andando con ellos de tras de mí y siendo débil ya que cualquiera notaría algo extraño.
Mi principio era sencillo: ser "normal" pero una "normal antisocial", mientras menos personas estén involucradas en esto mejor. No quiero que nadie, ni nada eche a perder esto que conseguí hacer en tan poco tiempo.
David me ha visitado aquí en las afueras de Londres varias veces y me traía las compras, de vez en cuando ropa, libros y chocolates. Siempre lo consideré parte de la familia, como un tío, era el mejor amigo de papá y hasta ahora me estaba ayudando en todo sin titubear. Siempre estaría agradecida de por vida con él.
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Sendero de Venganza
AcciónMuchas cosas cambiaron ese día, en un solo minuto se me esfumó de las manos a la única persona que me quedaba. Si no lo hubiera visto morir de aquella forma, tal vez intentaría superarlo. Nada de esto fue un accidente. Estuvo planeado por alguien...